Economía

Un examen detallado del nuevo régimen transfronterizo entre el Reino Unido y la UE

Por Ruari McCallion

Octubre 2024

Cómo enfrentarse a los nuevos desafíos de la logística transfronteriza en el Reino Unido

El nuevo régimen de importaciones transfronterizas del Reino Unido, denominado Border Target Operating Model, ha ido entrando en vigor progresivamente a partir de enero de 2024. ¿Qué significa para los importadores y los exportadores? ¿Qué coste tendrá y cuánto retrasará los movimientos transfronterizos de productos animales y vegetales? Ruari McCallion investiga el asunto.

Tras varios aplazamientos y retrasos, el Reino Unido ya ha comenzado a realizar controles transfronterizos sobre las importaciones y las exportaciones que mantiene con la Unión Europea. El nuevo régimen, bautizado como Border Target Operating Model (BTOM), clasifica todos los productos animales y vegetales importados por el Reino Unido en tres grupos de riesgo: alto, medio y bajo.

Podría pensarse que estos nuevos controles solo se aplican a las importaciones desde la UE, pero no es así. Según el documento de ayuda del gobierno británico, «es aplicable a las importaciones desde todos los países a Gran Bretaña, incluida la Unión Europea». Por tanto, al menos en teoría, es tan aplicable a los plátanos del Caribe como a la carne de cerdo de Dinamarca o el queso de Francia.

En la práctica, es probable que el mayor impacto produzca sobre el comercio procedente de la UE, ya que productores, exportadores, empresas logísticas e importadores de ambos lados del canal de La Mancha llevan mucho tiempo acostumbrados al intercambio comercial libre de inspecciones.

Énfasis en la bioseguridad

El Reino Unido afirma que el nuevo marco tiene como objetivo mejorar la bioseguridad, especialmente en el contexto de las crecientes amenazas que suponen las enfermedades de animales y plantas. Como ejemplos específicos, se menciona la peste porcina africana y la Xylella fastidiosa, una bacteria que afecta gravemente a las plantas y cuyo control exige medidas drásticas.

El potencial impacto económico y medioambiental de tales amenazas es real, y tomar medidas para controlar los riesgos no es descabellado ni irracional. Pero las respuestas que hemos recibido al consultar a fuentes de todo el espectro comercial sugieren que puede haberse infravalorado el impacto económico de las propias medidas. El Fresh Produce Consortium (FPC) británico, por ejemplo, argumenta que el proceso aumentará los costes de importación en 240 millones de euros.

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Sostiene que estas tasas afectarán negativamente sobre todo a las pequeñas empresas hortofrutícolas y, en última instancia, acabarán repercutiendo sobre los consumidores británicos.

El gobierno del Reino Unido, por contra, defiende que el BTOM «reduce los datos de seguridad requeridos desde los 37 campos actuales a solo 20 campos obligatorios». Sin embargo, el párrafo en el que se hace esa afirmación tiene algo de trampa: «Hay además ocho campos condicionales que puede ser necesario completar en determinadas circunstancias. Los nueve campos restantes serán opcionales». Ocho condicionales y nueve opcionales sumados a los 20 obligatorios suman 37, así que es difícil argumentar de manera convincente que los 37 campos actuales (en agosto de 2023) se hayan reducido realmente en el grado que se afirma.

¿Un costoso ejercicio?

El BTOM clasifica todos los productos animales y vegetales en tres categorías de riesgo: alto, medio y bajo. El gobierno británico afirma además que el BTOM permitirá presentar los datos de seguridad más fácilmente a través de la ventanilla comercial única del Reino Unido, que se está poniendo en marcha por etapas a partir de 2024. Esta puesta en marcha escalonada implica que las ventajas completas que se prometen (papeleo más sencillo, eliminación de trámites duplicados, proceso más claro y un único punto de referencia) pueden tardar un tiempo en apreciarse y, cabe decirlo, son muchas las personas que aún no están convencidas.

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Shelley Pierre, directora comercial de la IPP.

Shelley Pierre, directora comercial de la empresa multinacional de pooling de palés IPP, que forma parte del grupo Faber, con sede en Lienden (Países Bajos), comenta: «Las nuevas reglas posbréxit al respecto de la bioseguridad de los productos frescos que acceden al Reino Unido no solo pondrán en evidencia las desavenencias por el aumento de los costes y la viabilidad de las operaciones. Los retrasos derivados de ellas podrían dejar las frutas y las verduras literalmente pudriéndose a la espera del certificado de vía libre».

Prosigue: «El gobierno del Reino Unido ha clasificado muchas importaciones de frutas y verduras bajo la categoría de riesgo medio, lo que conlleva proporcionar documentación de varias páginas que confirme su procedencia y su seguridad en los nuevos puntos fronterizos, abiertos a finales de abril. Considerando que la mayoría de productos frescos llegan al país en cargamentos mixtos, surgen preguntas sobre los retrasos potenciales y cómo llevar a cabo el unpick de las partidas de manera organizada, especialmente al haber interrogantes sobre el número de inspectores que se destinarán a emitir los certificados fitosanitarios en la frontera».

Frescura frente a seguridad

Shelley incide además en el hecho de que los productos frescos dejan de serlo cuando no llegan en estado recién cultivado o recién cosechado. Independent Freight Solutions (IFS), una agencia transitaria con sede en Nuneaton (Inglaterra), también expone sus reservas.

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Neil Lewis, director de sucursal en IFS.

«Se ven afectados productos de riesgo medio y alto, principalmente alimentos y materiales orgánicos como animales vivos, plantas, semillas, madera, frutas, verduras y carne», explica Neil Lewis, director de sucursal en IFS.

la llegada del producto al Reino Unido» (IPAFFS son las siglas de Import of Products, Animals, Food and Feed System, el sistema de importación de productos, animales, alimentos y piensos del gobierno del Reino Unido).

«Los exportadores de la UE deberán emitir certificados fitosanitarios y veterinarios, y los importadores, a su vez, tendrán que emitir una notificación previa a través del sistema IPAFFS 48 horas antes de la llegada del producto al Reino Unido»

También son de esperar inspecciones físicas en la frontera, especialmente para los productos de mayor riesgo con más probabilidades de no cumplir los requisitos, aunque la realidad es que las inspecciones pueden afectar a cualquier envío.

Por regla general, aunque es justo esperar que las comprobaciones sean más exhaustivas con los productos de mayor riesgo, el nuevo marco podría causar estupor entre los importadores y exportadores acostumbrados a un sistema de inspecciones mucho más laxo dentro de la Unión Europea. Ahora todo depende del número de inspecciones y de problemas con los documentos.

Asegúrese de que usted o su transitario lo tengan todo lo más claro posible antes de participar en este tipo de transacciones; procure además anticiparse a gastos y retrasos previsibles, que no necesariamente previstos. No cabe duda de que hay más papeleo, pero, con una buena preparación, se pueden controlar los costes y minimizar las molestias.

El nuevo régimen Border Target Operating Model (BTOM) clasifica todos los productos animales y vegetales procedentes de la UE con destino al Reino Unido en tres grupos de riesgo: alto, medio y bajo.

Por partida se entiende un único envío desde un emisor a un receptor. Por lo general, cada vehículo contiene varias partidas.

Las clasificaciones de riesgo medio y alto se asignan principalmente a alimentos y otros materiales orgánicos, como animales vivos, plantas, semillas, madera, frutas, verduras y carne.

Los exportadores de la UE deben contar con certificados fitosanitarios y veterinarios.

Los importadores del Reino Unido deben emitir una notificación previa a través del sistema IPAFFS 48 horas antes de la llegada de la mercancía al Reino Unido.

Las tasas de inspección de las agencias de sanidad portuaria y sanidad animal y vegetal variarán desde las 29 GBP por código de mercancía hasta las 145 GBP para las inspecciones.

Es probable que se incurran en cargos adicionales en caso de que una partida incluya varios códigos de mercancía. Los controles físicos son más probables. También puede haber cargos por espera para los vehículos retenidos.

Profesionales como los agentes aduaneros y los transitarios, entre otros, pueden ofrecer ayuda para desmitificar algunos de los procesos y asesorarle antes de un envío.

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