Tecnología

Tormenta eléctrica

Por Ruari McCallion

Noviembre 2024

Lo último en electrificación del transporte de mercancías por carretera

La energía eléctrica es bien conocida en el sector de la manipulación de materiales, principalmente aplicada a las carretillas elevadoras eléctricas. ¿Están empezando a ser más viables los camiones y las camionetas eléctricos? Si es así, ¿cuáles son las ventajas, los inconvenientes y los riesgos? Ruari McCallion se ha lanzado a la carretera para averiguarlo.

Las ventas de los vehículos eléctricos van en aumento. Si ello se debe únicamente a la legislación que pretende poner fin a la era de los motores de combustión interna o si es resultado de que los últimos diseños son viables y útiles por derecho propio es debatible: probablemente se trate de ambas cosas.

Sin embargo, exceptuando las carretillas elevadoras, que llevan décadas contando con opciones electrificadas, la adopción de la energía motriz eléctrica sigue rezagada en el sector comercial. Aunque algunas empresas ya han dado el paso a flotas de camionetas eléctricas, una medida que luce muy bien en el apartado de responsabilidad social corporativa de su informe anual, nuestras calles todavía no están dominadas por el silencioso ronronear de las camionetas no impulsadas por motores de combustión interna; al menos por ahora.

Paso a paso, con cautela

Zona de cero emisiones

Habida cuenta de la adopción de normativas de bajas emisiones o incluso cero emisiones en diferentes ciudades del Reino Unido y la UE, es probable que ya se estén considerando activamente las furgonetas eléctricas en soluciones de corta y media distancia. Empresas que trabajen en proximidad al cliente probablemente ya hayan adquirido modelos eléctricos. Sin embargo, la elección se ha hecho sobre seguro: los operadores de flotas no se han decantado por pioneros como Volta o Arrival. Parecen haber esperado a que empresas como Stellantis presentaran vehículos de marcas familiares antes de dar el salto.

Entre otras preocupaciones han estado la fiabilidad, la infraestructura de recarga y cierta ansiedad en cuanto a la autonomía. ¿Pueden los vehículos soportar un día completo de trabajo, a veces a doble turno, sin tener que pasar media hora o más recargando? Buena parte de las dudas se refieren a cuestiones prácticas. Con un solo dispensador de combustible, un almacén de correspondencia o negocio de tamaño similar puede llenar los depósitos de su flota de vehículos de combustión interna y tener cada uno de ellos listo en cinco minutos o menos. Por contra, los vehículos eléctricos, al necesitar más tiempo, requieren varios puntos de carga, lo que obliga a asignarles más espacio. Aunque es innegable que quedan problemas pendientes de solucionar, John Ellmore de EV Schemes  cree que la corriente no va a alternar: fluye en un solo sentido, y ese es el de la energía eléctrica.

«Los vehículos eléctricos comerciales son cada vez más viables gracias a las mejoras tecnológicas y a los avances en las infraestructuras de apoyo»

John Ellmore, EV Schemes

Avances tecnológicos

«En el Reino Unido, estos vehículos están experimentando un rápido crecimiento y avances considerables impulsados por las políticas gubernamentales, las innovaciones tecnológicas y la creciente concienciación medioambiental. Empresas como Magtec están a la vanguardia ofreciendo camiones eléctricos de gran eficiencia que resultan cada vez más viables para diversos usos comerciales».

A finales de 2022, el Reino Unido contaba con más de 1,04 millones de vehículos eléctricos, incluyendo coches con baterías eléctricas, híbridos enchufables y coches eléctricos de autonomía extendida[1]. El sudeste de Inglaterra es líder en adopción de vehículos eléctricos. Alemania también tiene ya más de un millón de vehículos eléctricos en sus carreteras; Francia tenía más de 600.000 a finales de 2022, lo mismo que tiene Noruega.

La Society of Motor Manufacturers and Traders del Reino Unido estimó que la cuota de vehículos alimentados por baterías eléctricas en el mercado de vehículos comerciales ligeros alcanzaría el 10,1 % en 2024, y el 14,1 % en el siguiente año.

Costes y viabilidad

El indudable aumento de las ventas indicaría que se están superando las reticencias en cuanto a viabilidad.

Como apunta John Ellmore: «Aunque los costes iniciales son elevados, se compensan con el ahorro en combustible y mantenimiento. Las innovaciones en tecnología de baterías y el desarrollo de infraestructuras de recarga orientadas a las operaciones de flotas mejoran su viabilidad, así como también lo hacen los menores costes operativos y la conformidad con los reglamentos de bajas emisiones en zonas urbanas».

Esa ventaja se mantendrá en la mayoría de las ciudades europeas, pero la pretensión del alcalde de Londres de imponer una tasa de congestión también a los vehículos eléctricos puede ejercer un impacto negativo. ¿Por qué apresurarse a invertir en nuevos vehículos e infraestructura si desaparece una de las principales razones para hacerlo? Sí, el gobierno británico prohibirá las ventas de nuevos vehículos con motor de combustión interna a partir de 2030, y de vehículos híbridos a partir de 2035, pero para eso quedan diez años. Sin embargo, la tendencia hacia lo eléctrico puede ser ahora lo bastante fuerte como para barrer cualquier objeción que encuentre en su camino.

Mattson Åkeri Volvo electric

Mattson Åkeri, empresa ubicada en la ciudad sueca de Gotemburgo, adquirió recientemente tres camiones FH Electric 6×4 de alto tonelaje a Volvo.

Vehículos pesados

Hasta ahora, la energía eléctrica se ha empleado principalmente en vehículos comerciales ligeros, donde no cabe duda que ha demostrado su valía, especialmente en entornos urbanos. Pero un componente fundamental de la logística y la manipulación de materiales es el transporte de larga distancia, del que se encargan los vehículos de gran tonelaje. Por diversas razones, entre ellas el tiempo de carga y la duración de la jornada laboral, además del propio tonelaje del vehículo, aún no hemos visto la adopción de camiones eléctricos de gran tonelaje. ¿Está ya preparada la tecnología para transportar mercancías pesadas?

La respuesta a esta pregunta parecer ser un «sí». Tesla ha anunciado el inminente lanzamiento del Semi, que no debe confundirse con el camión de Tesla actualmente disponible, una alternativa de tipo pick-up. El Semi es diferente. Está diseñado para ofrecer una capacidad de 75 toneladas brutas de carga y una autonomía de 800 km entre recargas. Además, podrá cargarse al 70 % en menos de 30 minutos, lo que permitirá respetar sobradamente el tiempo de descanso obligatorio que la legislación europea marca para los transportistas.

Qué hay ahora en las carreteras

Tesla tiene la costumbre, sin embargo, de hacer los anuncios bastante antes de que el producto esté listo para su lanzamiento. La espera para los vehículos eléctricos de gran tonelaje podría resultar tediosa de no ser por Volvo y Magtec. Con sede en la ciudad inglesa de Sheffield, Magtec fabrica transmisiones que pueden instalarse en un chasis nuevo o usarse para reacondicionar vehículos diésel. Su tecnología ya está integrada en camiones con un peso bruto de 3,5 a 18 toneladas de Isuzu, MAN, Iveco y DAF. Ha vendido más de 400 sistemas de transmisión en todo el mundo, los cuales han acumulado más de 16 millones de kilómetros de servicio.

La cifra es impresionante, pero Volvo ha ido aún más lejos. Su gama de camiones eléctricos lleva en la carretera desde 2019. Mattson Åkeri, empresa ubicada en la ciudad sueca de Gotemburgo, adquirió recientemente tres camiones FH Electric 6×4 de alto tonelaje a Volvo. Estos vehículos pueden arrastrar dos remolques y manejar un peso bruto combinado de 74 toneladas. La intención es usarlos para cubrir la ruta entre Gotemburgo y la ciudad de Borås, a 70 km de distancia. Funcionarán durante 12 horas al día y se cargarán mientras el camionero realiza su pausa obligatoria.

Desde que lanzara su primer vehículo de gran tonelaje, Volvo ha vendido alrededor de 5000 camiones eléctricos en 40 países de todo el mundo. Para 2035 espera que la mitad de todas sus ventas de vehículos de gran tonelaje correspondan a la modalidad eléctrica.

La lista de tareas pendientes

Es cierto que la corriente fluye en esa dirección, pero el camino para los vehículos eléctricos, independientemente de su tamaño, no va a estar libre de obstáculos. La infraestructura de carga todavía tiene mucho camino que recorrer, especialmente fuera de las zonas urbanas. La producción de baterías ya va a la zaga de la demanda. El reciclaje de baterías usadas es un problema. Los costes de partida pueden ser desalentadores, y las ventajas a largo plazo de reducir los costes operativos y el impacto medioambiental no se perciben en todo su alcance. También es importante que haya un mercado de segunda mano fuerte; ningún operador de flota está dispuesto a quedarse con vehículos sin salida.

Todos estos asuntos pueden resolverse, y razonablemente rápido, si existe la suficiente voluntad para ello, pero hay un problema del que se habla mucho menos de lo que se debería. Es la capacidad de generación. En el momento actual, por ejemplo, más del 40 % de todas las importaciones de gasolina y petróleo del Reino Unido se destinan a coches, camionetas, camiones y autobuses. La capacidad de generación del país apenas puede atender la demanda actual; el Reino Unido compra electricidad con frecuencia a Francia, Noruega y Países Bajos. Cuando los vehículos de combustión interna se prohíban, la demanda de electricidad se disparará. Para una adopción a largo plazo de los vehículos eléctricos, el mercado necesitará ver políticas claras, incentivos consistentes y legislación favorable.

La tecnología de vehículos eléctricos comerciales es demostrable in situ. La demanda está ahí y seguirá aumentando. Depende de los gobiernos de toda Europa tomar las medidas necesarias para asegurarse de que florezca.

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