Sostenibilidad

Logística sostenible

Por Gian Schiava

Agosto 2021

Ahórreles materiales y combustible
a su negocio y al planeta

Reducir los residuos puede que no sea siempre fácil, pero es medioambientalmente y económicamente gratificante, tal y como explica Gian Schiava.

Administrar el flujo de mercancías de toda una cadena de suministro es, ya de por sí, un trabajo arduo. Los movimientos de entrada exigen una estrecha cooperación con los proveedores para que todo llegue a sus instalaciones exactamente cuando usted lo necesite. Después, las actividades de intralogística comienzan a cambiar la forma de las mercancías, lo que exige una cuidadosa gestión in situ. Después del almacenamiento y el reembalado, se lleva a cabo la recogida de los pedidos para satisfacer la demanda. Los gerentes del almacén preparan los envíos y da comienzo así el flujo de salida. Con márgenes a menudo muy ajustados, la eficiencia y la productividad suponen complicados desafíos diarios a los que debe enfrentarse el gerente de la cadena de suministro.

Hoy día, sin embargo, tiene un desafío adicional muy importante a considerar. Ahora más que nunca, somos conscientes de que no podemos seguir contaminando este planeta y desperdiciando sus recursos naturales del modo en que lo estábamos haciendo, y debemos tomar medidas para dejar a nuestros hijos un mundo mejor. En los flujos logísticos usamos todo tipo de materiales de embalaje: cartón, papel, film retráctil, embalaje de burbujas, etc. Además, con el aumento de las transacciones de comercio electrónico, hemos creado un nuevo e importante flujo: el de la mercancía devuelta. Gestionarlo implica más manipulación y reembalado, así como un gasto adicional de combustible que, de algún modo, parece que pudiera evitarse.

Desde luego, los gerentes de la cadena de suministro no pueden resolver todos los problemas de nuestro planeta, pero existen dos líneas de actuación mediante las cuales las empresas pueden reducir de manera considerable su impacto medioambiental.

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Los residuos deberían considerarse como una fuente de materias primas a partir de la cual crear nuevos recursos.

Improving energy and fuel efficiency, to cut carbon emissions, is our ultimate challenge.

Hacia dentro: la gestión de los residuos internos

De hecho, aquí podemos hacer que una desventaja se torne en ventaja. A partir de ahora, deberíamos considerar los residuos como una fuente de materia prima a partir de la cual crear nuevos recursos. A esta idea se la denomina con frecuencia ciclo de producción circular. Las empresas necesitan saber cómo separar sus flujos de residuos y diseñar sistemas logísticos de residuos internos que sean eficientes y permitan sacar el máximo partido de estos. La empresa holandesa KTK lleva casi 30 años trabajando en la logística de residuos y ofrece a los clientes potenciales un útil asesoramiento sobre cómo mejorar este aspecto.

Su primera recomendación es establecer, con la antelación suficiente, un sistema de logística de residuos. Al diseñar un nuevo almacén, tendemos a centrar nuestra atención en el flujo primario de mercancías. Sin embargo, al hacerlo, pasamos por alto los flujos de residuos. En grandes centros de distribución en particular, la producción de residuos puede alcanzar varios cientos de metros cúbicos al día. Tales flujos no pueden procesarse de manera eficiente si no se tienen en cuenta en la planificación inicial del almacén. Decidir en qué puntos se van a emplazar los residuos y determinar las formas de separar entre sí los flujos es tan importante como escoger las carretillas elevadoras más adecuadas.

Otras sugerencias incluyen: diseñar el espacio desde una perspectiva totalmente integral (no conformarse con soluciones parciales para ahorrar), considerar las diversas técnicas de compactación existentes (para reducir el volumen) o asegurarse de que los residuos no entorpezcan su proceso primario. Los residuos pueden convertirse pronto en un obstáculo para las carretillas elevadoras y el personal que realiza la recogida de pedidos.

Otro importante mensaje es no olvidar la logística externa. A ello nos referiremos más adelante.

Un buen ejemplo práctico del enfoque de KTK se ha puesto en marcha en varios almacenes de la cadena Albert Heijn, parte de uno de los minoristas de alimentación más grandes del mundo. Partiendo de las instalaciones existentes para el flujo de residuos, las mejora y ofrece una solución antivandalismo, que se adapta a los edificios y es apta para la enorme cantidad de residuos, cartón y papel de aluminio a manejar. Tras un detallado análisis conjunto, Albert Heijn decidió adquirir un gran número de instalaciones de compactado de residuos y desarrollar un minucioso plan para el servicio y recogida de estos.

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Mejorar la eficiencia energética y del combustible reduce las emisiones de carbono y los costes

Hacia fuera: reducir el consumo en la cadena de suministro

La sostenibilidad dentro de toda la cadena de suministro es otra historia. Debemos ir más allá de meramente reducir y reciclar los materiales de embalaje, puesto que existen otras áreas importantes que precisan de nuestra atención.

Mejorar la eficiencia energética y del combustible para reducir las emisiones de carbono es nuestro desafío último. Aquí, la presión que ejercen las partes interesadas y los clientes es considerable, ya que se trata de un problema medioambiental de sobra conocido. Reducir los costes a través de un transporte energéticamente más eficiente es otro gran incentivo. El retorno de la inversión puede resultar especialmente bueno al pasar de fuentes de energía fósiles altamente contaminantes a alternativas híbridas o eléctricas más ecológicas.

Las grandes empresas logísticas, en particular, están ya listas para pasarse a un transporte más sostenible. UPS, por ejemplo, está sustituyendo gradualmente su flota con vehículos que funcionan mediante combustibles alternativos o usan tecnología avanzada (por ejemplo, fuentes híbridas) para mejorar la eficiencia energética. Uno de los objetivos de la empresa es que, para el año 2025, el 40 % de todo su combustible para el transporte terrestre proceda de fuentes que no sean las convencionales de gasolina o diésel (un aumento del 19,6 % en 2016).

El consumo excesivo de combustible también puede deberse a una mala planificación. Hacer kilómetros adicionales como resultado de una planificación o ruta poco eficiente no es medioambientalmente sostenible. Llevar el remolque vacío en la ruta de vuelta también es un desperdicio de combustible. Un sistema de gestión de transporte (TMS) moderno puede ayudarle a optimizar aspectos tales como la capacidad de carga, el ritmo de llenado y la organización del espacio de carga, y asegurar la puntualidad de
las operaciones de carga y descarga.

La lista de oportunidades es muy extensa. Una cantidad innecesariamente elevada de existencias puede dar lugar a numerosos movimientos superfluos. Unos sistemas de enrutamiento o unos planes de recogida de pedidos deficientes aumentarán de manera inútil el número de kilómetros al volante. Las máquinas de envasado convencionales, que producen paquetes parcialmente vacíos o repletos de material de relleno contribuyen aún más al desperdicio.

Existen buenas alternativas a todo esto, pero adoptarlas exige investigar y dedicar tiempo.
Para acelerar el avance en el ámbito de la logística sostenible, está surgiendo una nueva figura: el gestor de logística de residuos. La demanda de profesionales centrados en la sostenibilidad es urgente: primero, por el planeta, y segundo, por su negocio. Al fin y al cabo, los ahorros potenciales que puede brindar esta disciplina son extraordinarios.

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