Beneficios más saludables con embalajes ecológicos

Mejorar la sostenibilidad de sus operaciones logísticas de embalaje tiene mucho sentido desde el punto de vista del negocio: puede comenzar a hacer fácilmente cambios positivos desde ya mismo. Mark Nicholson resume los argumentos a favor de los productos y servicios «ecológicos» y destaca la creciente variedad de opciones disponibles en la actualidad.

Cuando los materiales y las soluciones de embalaje sostenible cuestan menos que su enfoque actual, ¿qué otra razón necesita para cambiar? Usar un artículo una sola vez, tirarlo a la basura y luego hacer uno nuevo es antieconómico e ilógico. Es cierto que algunas prácticas medioambientalmente sostenibles requieren de una pequeña inversión adicional, pero existen otras que aumentan sus beneficios de forma inmediata.

Incluso si escoge pagar un poco más por las ventajas medioambientales, su empresa sigue teniendo mucho que ganar. Los esfuerzos por proteger el planeta son fantásticos para su reputación, y le ayudarán a cumplir con las metas de responsabilidad corporativa. Muchos clientes se sienten más atraídos por los negocios que exhiben la ética correcta. El creciente apoyo por el medioambiente también se refleja en el desarrollo de legislación que, de manera inevitable, se tornará cada vez más estricta. ¿Por qué no tomar entonces la delantera?

El embalaje sostenible es bueno para su negocio. También es bueno para la naturaleza y para nuestra propia calidad de vida. El plástico de un solo uso supone un gran problema que debemos abordar:

• Una tercera parte de todo el plástico producido anualmente en el mundo se utiliza una sola vez y luego se tira.
• Solo el 9 % es reciclado.
• En nuestros océanos hay cinco billones de trozos de plástico a la deriva, con un peso total superior a las 250.000 toneladas.
• Estos se suman a la masa de otros contaminantes no biodegradables vinculados al embalaje, como el poliestireno.

Fabricar continuamente nuevos envases en lugar de reutilizar o reciclar es un desperdicio de los recursos naturales del planeta. Y lo que es peor, implica un gasto adicional de energía que crea más emisiones de CO2.

Evalúe sus necesidades de embalaje

Este artículo aborda específicamente el embalaje en las operaciones de logística. En su conjunto, el embalaje puede dividirse en tres capas:

• Embalaje primario de marca: contiene el producto y trata de captar la atención del consumidor.
• Embalaje secundario: contiene productos juntos en varios paquetes.
• Embalaje terciario: usado para facilitar la manipulación y el transporte, y para proteger el producto.

Nuestro objetivo es este último. Estas son algunas de las opciones que abarca, las cuales, con frecuencia, se usan de manera combinada:

• Palés: varios materiales
• Bandejas y cajones: varios materiales
• Cajas: cartón, madera o plástico
• Retráctil: plástico
• Correaje: a menudo de poliéster o polipropileno
• Acolchado: incluye poliestireno, plástico de burbujas y papel

Es importante dejar claro que ninguno de estos materiales es necesariamente malo. Por ejemplo, aunque el plástico podría ser del tipo no biodegradable, quizá resulte la opción más sostenible si el embalaje se logra reutilizar muchas veces.

En ese orden: reduzca, reutilice y recicle

Frecuentemente escuchamos la expresión «reduzca, reutilice y recicle», y el orden en que se nos presenta es el mejor para aplicar esas tres acciones. Reducir la cantidad de material de embalaje debería ser nuestro primer objetivo. Mucha mercancía llega en contenedores mucho mayores de lo que sería necesario, o con más capas de embalaje de las realmente requeridas. Un embalaje más compacto y ligero ahorra materiales, espacio y combustible.

La siguiente prioridad es la reutilización del embalaje. Ello permite reducir el consumo energético y las emisiones de CO2 mucho más que el reciclado, que conserva buena parte del material, pero requiere más procesado y fabricación.

La creación de compost podría considerarse una forma de reciclado, ya que los materiales biodegradados vuelven al suelo para ser usados de nuevo por la naturaleza. No obstante, saca a esos materiales de nuestros bucles de reutilización y reciclado, lo que significa que debemos fabricarlos de nuevo con materiales completamente nuevos. Debería considerarse entonces como el último recurso, aunque sigue siendo preferible a usar una vez y tirar a la basura.

Devolución al remitente

Los siguientes ejemplos se han seleccionado para ilustrar la creciente variedad de alternativas sostenibles de que disponemos hoy en día. Mencionamos el nombre de algunos proveedores, pero podrá encontrar muchos otros con una rápida búsqueda en línea.

Cuando se trata de embalaje reutilizable, quizá los productos más obvios son los palés, las bandejas y los cajones. Recuperar estos artículos de los clientes después de su empleo es una posibilidad, aunque ello puede conllevar un importante trabajo y una planificación adicionales. Las empresas de pooling como Euro Pool Group pueden ahorrarle el trabajo de recogerlos, procesarlos, limpiarlos y reaprovisionarlos.

Para los alimentos frescos, por su facilidad de limpieza, se suelen preferir las bandejas y los cajones de plástico. Los palés de madera se consideran más sostenibles que los de plástico en muchos sentidos, aunque cada material aporta sus ventajas. Ambos se han comparado con anterioridad en el número 21 de Eureka. Goplasticpallets.com es uno de los varios fabricantes de palés de plástico nuevos elaborados a partir de residuos de plástico, lo cual es un incentivo a la sostenibilidad.

Un uso inteligente de las cajas

Las cajas de cartón no son tan duraderas como los contenedores de plástico, pero, sin duda, deberían usarse más de una vez. Si una caja se necesita solamente para el transporte y no cumple ninguna función publicitaria, no hace falta que se encuentre en un estado impecable. El especialista británico de cajas Sadlers suministra cajas de cartón usadas a aproximadamente un 40 % del precio de las nuevas. Además, la empresa las recompra luego a un precio mucho mayor que el que ofrecen las empresas de reciclado por los fardos de cartón.

El acolchado de la mercancía en las cajas se realiza a menudo con insertos de poliestireno moldeado, con gránulos de poliestireno o usando plástico de burbujas u otras láminas con colchón de aire. En la mayoría de los casos, estos materiales se acaban desaprovechando en el cubo de la basura. Existen numerosas alternativas reciclables como la pulpa de papel moldeada.

Este material, similar al cartón y que se moldea con la forma de la mercancía a proteger, es ofrecido por muchos fabricantes. Lo encontrará en todo tipo de productos, desde portavasos de cadenas de comida rápida hasta embalajes de productos electrónicos. Puede elaborarse a partir de papel reciclado y cartón, o con fibras de madera, dependiendo de los requisitos del cliente. Después de usar, es muy fácil de reciclar o compostar.

Otra posibilidad reciclable es el uso de acolchado de papel como el que suministran, entre otros, STOROpack. El papel, en rollos, se hace pasar por una máquina especial montada in situ, que lo convierte en trozos arrugados según se va necesitando. El material es reciclable, y las opciones incluyen papeles reciclados o con certificación FSC (Forest Stewardship Council).

Piense en el futuro

La investigación y desarrollo para crear nuevos materiales sostenibles no se detiene, y uno de los últimos productos es una película acolchada y compostable de Southgate Packaging. En lugar de polietileno, está elaborada con biopolímeros derivados de residuos de la patata. Una vez añadida a la pila de compostaje doméstica, estará lista para abonar sus macetas en solo seis meses.

Con tantas alternativas ya disponibles, hay más razones que nunca para dejar atrás las prácticas de embalaje insostenibles. Con el tiempo, la presión de los clientes y de los legisladores obligará a los negocios a cambiar. ¿Por qué no hacerlo ahora y comenzar a disfrutar ya de las ventajas?