Salud y seguridad

Unos neumáticos mejores reducen gastos y aumentan la seguridad

Por Ruari McCallion

Noviembre 2011

Deshinchados

Pequeños, redondos y negros: son esenciales para el trabajo efi ciente y seguro.

Ruari McCallion revisa los neumáticos de las carretillas elevadoras.

La conexión física entre un coche de Fórmula 1 y la pista por la que circula se limita a cuatro pequeños trozos de caucho, cada uno del tamaño de un sobre americano.

Son los puntos de contacto de los neumáticos. Pregúntele a cualquier ingeniero de carreras sobre su función y prepárese para una potencialmente larga y detallada explicación de la importancia del agarre, de los diferentes componentes, de la carga y la velocidad, durante el frenado o en curvas, y del efecto de los vientos laterales y de las superficies mojadas. La aerodinámica y los motores son importantes, pero los neumáticos son vitales.

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La carretilla en funcionamiento durante la prueba en ISAM.

¿Y qué tiene esto que ver con las carretillas elevadoras? Aquí también, el punto de contacto con el suelo son cuatro pequeños trozos de caucho. Los neumáticos de competición pueden cambiarse dependiendo de las condiciones de conducción, con componentes especiales y dibujos diferentes para afrontar asfalto caliente, lluvia ligera o climas monzónicos. Las carretillas no disfrutan de esos lujos. Un mismo juego de ruedas tiene que servir para cargas pesadas, conducción sin carga, superficies mojadas o cemento pulido, y trasladarse del interior del almacén al exterior, sin importar cómo sea. Los neumáticos podrían considerarse la primera línea de batalla en la seguridad en el trabajo. De hecho, un fabricante ideó una campaña publicitaria hace unos años con el lema: “Un conductor tiene cinco cinturones de seguridad. Nosotros fabricamos cuatro”.

Comprar barato sale caro

Resultados económicos ajustados y la presión de la competencia obligan a los operadores a buscar oportunidades para ahorrar costes en cualquier aspecto, y es tentador decidirse por la opción más barata, allá donde se pueda encontrar.

 

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Tras la prueba, se pesa un neumático para ver la cantidad de caucho utilizado

Esto podría ser un error y, en el caso de los neumáticos, un error que podría salir caro. Los neumáticos baratos a menudo no se comportan tan bien como los aparentemente más caros. Puede que se desgasten más rápido y tengan por ello menor agarre, y esta circunstancia podría originar accidentes serios en el lugar de trabajo. Como las carretillas elevadoras están involucradas en el 25% de los accidentes laborales, no hay ningún motivo para aumentar los riesgos de accidente.

Los costes totales finales son los que nos deben ayudar a tomar decisiones de compra, y no los precios de venta. Una fl ota de carretillas elevadoras representa una inversión signifi cativa, pero es después de la compra cuando los costes reales emergen, en términos de fi abilidad, mantenimiento y reposición. En el caso de los neumáticos industriales, el coste total final vendrá determinado por el kilometraje, el consumo de combustible, el consumo de energía, y los costes de inmovilización y reparación. Un neumático de larga vida reduce los costes por inmovilización y sustitución, minimiza la cantidad de caucho desperdiciado por neumático, no sólo la banda de rodadura, y tiene un menor impacto en las emisiones de CO2.

“Como las carretillas elevadoras están involucradas en el 25% de los accidentes laborales, no hay ningún motivo para aumentar los riesgos de accidente.”

Tiempo de pruebas

La valoración del desgaste de neumáticos que hacen los responsables de flotas se basa a menudo en la combinación de la propia experiencia, las convicciones de los proveedores y los rumores.

Ninguna de estas variables es totalmente satisfactoria; es necesaria una comprobación objetiva y, llegados a este momento, el fabricante de neumáticos Trelleborg Wheel Systems (www.trelleborg.com) concertó un test con TUV SUD Automotive, la entidad de certifi cación alemana, con la intención de analizar y evaluar el desgaste de la huella en condiciones extremas simuladas. Los factores que se midieron fueron la pérdida de peso, que ofrecería información sobre la cantidad de caucho usada; y la profundidad de la huella, que se midió en 16 puntos del neumático (cuatro puntos a lo ancho de la huella en intervalos de 90 grados).

El test se llevó a cabo en marzo de 2011 en el Istituto Sperimentale Auto e Motori S.p.A. (ISAM) en Anagni, Italia. TUV SUD compró los neumáticos en el mercado y la carretilla eléctrica que se utilizó transportó una carga de 1730kg, cerca del 70% de los 2500kg de su máxima capacidad de carga. La pista de pruebas medía 320m y se condujo conforme a la norma ISO10844 anexo A, que recoge una profundidad de dibujo de 1,8mm. La velocidad se mantuvo constante e igual en ambas marcas limitando el recorrido del pedal de aceleración y adaptándolo a la circunferencia de los neumáticos.

Las carretillas del test circularon 38,3km en total, durante los que se intercambiaron conductores y la dirección de la marcha cada 20 vueltas al circuito. El neumático Trelleborg Elite XP sufrió una pérdida de 900g de peso en los neumáticos delanteros y de 250g en los traseros.

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Comparación del desgaste del dibujo tras la prueba TUV.

Cuidado con el desgaste

Lo que el test desveló es que incluso los neumáticos más resistentes se desgastan a una velocidad que los operarios son incapaces de apreciar. También sugiere que los neumáticos de calidad son probablemente la opción de menor coste si tenemos en cuenta los costes totales finales (el neumático de comparación se desgastó mucho más rápido todavía).
Para poder sacar lo mejor de nuestra fl ota de carretillas, prestar atención a los pequeños cilindros de caucho puede arrojar dividendos en costes de operación, incluyendo el uso de energía. En un mercado exigente y competitivo, cualquier oportunidad para ahorrar debe tenerse en cuenta.

Los neumáticos de la carretilla elevadora: puntos clave

  • La mayoría de las carretillas elevadoras que operan en almacenes llevan ruedas macizas, y éstas no tienden a estar sujetas a variaciones en la estabilidad. Sin embargo, podrían necesitarse ruedas neumáticas para mejorar la tracción en vehículos que trabajan tanto en el interior como en el exterior de las instalaciones, por ejemplo, y el dibujo debería tener una profundidad mínima de 1,6mm en el 75% de la superfi cie central de la banda de rodadura. Si se utilizan en operaciones de tracción intensiva o en terrenos abruptos, perderán efectividad mucho antes de alcanzar la profundidad mínima del dibujo y un desgaste excesivo puede producir la pérdida de la tracción que buscamos o incluso que el neumático se deshinche rápidamente.
  • Los neumáticos no deberían mezclarse : aquellos que están en el mismo eje deben ser de la misma marca, tipo y tamaño, y deben estar desgastados por igual. El uso de neumáticos con un desgaste de la banda de rodadura sustancialmente desigual en el mismo eje es arriesgado y, quizás sorprendentemente, los riesgos de un desgaste desigual (incluso si ambas bandas están dentro de los límites “seguros”) son incluso mayores en las ruedas macizas.
    La presión en las ruedas neumáticas debería mantenerse en los niveles adecuados.
  • Esto puede parecer obvio pero es conveniente comprobar la presión al menos en cada turno de trabajo, ya que presiones desiguales pueden provocar inestabilidad; y pueden ser el origen de un pinchazo o de un fallo en la válvula, lo que puede desembocar rápidamente en una situación peligrosa.
  • Finalmente, las ruedas , deberían cambiarse inmediatamente en cuanto el desgaste alcanza las indicaciones del fabricante.
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