Salud y seguridad

Plástico contra metal

Por Mark Nicholson

Marzo 2020

Doble barrera para tráfico iFlex. Fotografía: A-SAFE

En defensa de las barreras de seguridad flexibles en el almacén

¿Pueden las barreras de seguridad de plástico proteger frente a las colisiones de las carretillas elevadoras como lo hacen las estructuras de metal? Con los materiales, el diseño y la tecnología adecuados, la respuesta es afirmativa. Además, las soluciones flexibles ofrecen importantes ventajas sobre las defensas rígidas tradicionales. Nos informa Mark Nicholson.

Mal dirigidos, el enorme peso, la potencia y la velocidad de una carretilla elevadora suponen un gran peligro para personas, equipos y edificios. No es de extrañar, pues, que los diseñadores de los almacenes hayan tendido a confiar en la fortaleza del metal como protección. Con frecuencia, esta protección se materializa en forma de barreras de tráfico, barandillas y bolardos de acero, con las bases atornilladas al suelo o alojadas en el propio hormigón.

Los costes continuos del metal

A pesar de su indudable eficacia, el metal presenta algunos inconvenientes que quizá debiera tener en cuenta al sopesar los costes a largo plazo de los distintos tipos de barreras. El primer de ellos es el modo en que refleja y transmite las fuerzas del impacto.

Un objeto relativamente rígido, como una barrera de tráfico de metal, redirige buena parte de la energía de la colisión de vuelta hacia el vehículo responsable. En caso de tratarse de un automóvil o una furgoneta, los daños recibidos serán considerables. Una carretilla elevadora puede sufrir algún daño relativo, pero, al ser más robusta, es más probable que el impacto se transmita al conductor y su carga. Ello podría resultar en lesiones por latigazo cervical o una caída seria para el conductor y daños a la mercancía transportada en la horquilla.

De forma simultánea, la fuerza del impacto se transmite hasta el suelo a través de la barrera. En las colisiones más graves, esa fuerza es capaz de romper el hormigón, que resulta costoso de reparar. Incidentes de menor gravedad podrían doblar el metal o abollarlo. Los trabajos de corte y soldadura para reparar los daños estructurales también suponen un alto coste, por lo que, en ocasiones, el metal doblado o retorcido se deja sin reparar si aún es funcional.

Ello nos lleva a otro punto negativo de las barreras de metal: no conservan muy bien su aspecto. Quizá se muestren limpias y elegantes cuando son nuevas, pero, muy pronto, las rayas, el deterioro de la pintura, el óxido y los daños sufridos por los impactos estropean esa apariencia. Si su negocio depende de una buena impresión visual, deberá gastar dinero regularmente para restaurarlas y repintarlas.

Plastic-v-Metal_content_images_1.3

No es una vista agradable. El metal doblado y oxidado, con la pintura descorchada, ofrece una mala impresión.

Las ventajas de la flexibilidad

En lugar de deformarse permanentemente o redirigir la energía de la colisión contra el vehículo y el suelo, las mejores barreras de plástico están diseñadas para absorber y disipar el impacto. La absorción se logra, en parte, por medio de materiales de plástico que se deforman temporalmente bajo presión y retornan después a su forma original. Estas barreras cuentan además con componentes adicionales que amortiguan el impacto o se doblan al recibirlo. Mientras tanto, el sistema actúa en conjunto para dispersar la energía de este sobre una amplia área sin peligro.

Escogiendo la especificación correcta, vehículos, conductores, mercancías y suelos salen indemnes, como las propias barreras de plástico. No hay necesidad de pintar o repintar, ni se produce oxidación. Estas protecciones pueden reubicarse además con relativa facilidad si hay una reestructuración de las instalaciones.

Posibilidades de extremo a extremo

El mercado ofrece una amplia variedad de barreras de seguridad flexibles de plástico que cubren todas las necesidades. Algunas de sus principales categorías son:

  • Barreras de tráfico: Sus cualidades defensivas lineales protegen eficazmente paredes, equipos y personas a lo largo de todo el perímetro de instalación.
  • Barandillas: Permiten mantener separados a los peatones de las carretillas. En ocasiones se combinan con barreras de tráfico.
  • Bolardos: Se sitúan en lugares estratégicos como zonas de acceso, áreas de tráfico intenso y otros espacios vulnerables; esta categoría incluye «postes de portería» para proteger las entradas.
  • Protectores de estanterías: Esta categoría incluye las barreras colocadas en los extremos de las estanterías y las guardas instaladas en los postes.
  • Protectores de columnas: Se acoplan a las columnas que sostienen el edificio o se instalan alrededor de ellas.

Un objeto relativamente rígido, como una barrera de tráfico de metal, redirige buena parte de la energía de la colisión de vuelta hacia el vehículo responsable.

No es labor de Eureka aconsejarle sobre los fabricantes y los modelos concretos a elegir, pero los siguientes ejemplos le ayudarán a conocer las tecnologías disponibles. Como punto de partida en su búsqueda de productos, sería razonable echarle un vistazo a las gamas de A-SAFE, Boplan y McCue, que se encuentran entre los líderes del mercado en barreras de seguridad de plástico. Cada uno de estos fabricantes ofrecen sistemas modulares que cubren los tipos de barreras mencionados y otros, con alternativas para cualquier situación específica.

A-SAFE

Las barreras de A-SAFE destacan por el exclusivo material plástico de la empresa, el Memaplex. Este material se produce mediante una maquinaria construida a propósito que estira la estructura molecular de los polímeros y orienta su flujo en el punto de formación. La estructura reticular resultante, en la que las moléculas se realinean, proporciona un efecto memoria que permite a los componentes recuperar su forma después de perderla, absorbiendo de este modo los impactos.

Las barreras se conectan por medio de un sistema de acoplamiento patentado que añade resistencia y absorbe la energía de los impactos en tres fases. Además de amortiguar la fuerza, el diseño disipa a lo largo de toda la barrera la energía recibida, alejándola de los puntos de fijación del suelo. Se muestran aquí ejemplos de diseños de barreras de tráfico, barandillas y bolardos iFlex de A-SAFE.

Plastic-v-Metal_content_images_1.4

Bolardo para cámara de frío iFlex. Fotografía: A-SAFE

Boplan

Las barreras de seguridad de Boplan pertenecientes a la gama Flex Impact se basan en otro polímero de alta calidad y alto rendimiento que iguala al metal en resistencia, pero posee propiedades elásticas. De nuevo, están diseñadas para absorber los impactos y disipar su fuerza por todo el cuerpo de la barrera.

La empresa ofrece una amplia selección de productos modulares. Por ejemplo, la gama de pasamanos Flex Impact incluye versiones ligeras, medias y pesadas con diferentes disposiciones de las barras. Una opción interesante es la barrera TB Plus, que combina las funciones de una barandilla con las de una barrera de tráfico. También es posible incorporar puertas de seguridad, las cuales invitan al personal a detenerse por un momento y pensar antes de salir de una zona protegida para peatones y entrar en un espacio
con tráfico de carretillas.

McCue

McCue emplea una variedad de materiales y soluciones de ingeniería para desviar, dispersar y absorber los impactos. Sus bolardos FlexCore, que se ofrecen en diversos diámetros y alturas, son un buen ejemplo de ello.

En primer lugar, una cubierta giratoria de PEAD (polietileno de alta densidad) absorbe los golpes oblicuos. Los impactos más directos son absorbidos por un anillo de carga flexible y transmitidos al núcleo del bolardo. Este núcleo está formado por un poste de acero de alta resistencia que se curva ligeramente para absorber los impactos más fuertes y recupera después su forma sin sufrir daños. El sistema de anclaje posee un amortiguador de poliuretano que permite liberar la tensión y proteger el suelo de cualquier desperfecto. Las barreras de peatones, barreras de tráfico y otros sistemas de protección de McCue emplean elementos similares.

A pesar de que algunos sistemas de barreras de plástico pueden tener un precio superior al de sus equivalentes metálicos, los operadores de almacenes deben pensar siempre en términos de coste total de propiedad. Si al coste de las barreras de metal le sumamos el coste de la sustitución o reparación del suelo después de cada accidente, puede que el plástico le resulte más económico. Tenga también en cuenta el mantenimiento periódico que necesitará llevar a cabo. Finalmente, considere los daños que las barreras de metal pueden causar a sus carretillas, a la mercancía y a los conductores, y el tiempo perdido como resultado. De acuerdo con esos parámetros, quizá decida que el plástico no solo ofrece un mejor aspecto, sino que también tiene más sentido en términos económicos.

Plastic-v-Metal_content_images_1.1

iFlex doble barrera para tráfico+. Fotografía: A-SAFE

Plastic-v-Metal_content_images_1.2

iFlex barrera de tres raíles para peatones. Fotografía: A-SAFE

¡Conduzca con cuidado!

Recuerde que las colisiones referidas en este artículo son la consecuencia de una mala conducción. Si los operarios conducen demasiado rápido o sin el suficiente cuidado, acabarán chocando contra algo o contra alguien. Su primera línea de defensa frente a tales actitudes debería consistir en formarles bien y aplicar unas medidas de seguridad estrictas. Las barreras de seguridad tienen que ser eficaces, pero el objetivo es no impactar con ellas en primer lugar. Estos son algunos consejos para evitarlo:

  • Reduzca la velocidad cuando conduzca cerca de personas, estanterías, otros equipos y estructuras de construcción verticales.
  • Manténgase a la distancia suficiente de todos esos elementos.
  • Reduzca la velocidad al girar.
  • Mire en la dirección de desplazamiento.
  • Asegúrese de que la carga no obstaculice su visión frontal y, si lo hace, avance marcha atrás (salvo cuando suba por una pendiente) o pida a un compañero que le guíe.
  • Tenga cuidado con el movimiento de la parte posterior al girar.
Plastic-v-Metal_content_images_2

Los errores del conductor pueden reducirse gracias a los grandes avances en dirección asistida, operaciones controladas y seguridad automatizada, funciones todas ellas existentes, por ejemplo, en la galardonada carretilla eléctrica contrapesada Cat® EP14-20A(C)N(T). No obstante, una estricta política de seguridad, una formación exhaustiva y la existencia de barreras físicas eficaces siguen siendo vitales para minimizar los riesgos de sufrir lesiones y daños por colisión en el lugar de trabajo.•

Print