Mejorando la salud y seguridad de los operarios de carretillas

No importa lo bueno que sea el historial de una empresa en el manejo seguro de sus carretillas elevadoras: siempre hay lugar para la mejora. Con ello en mente, eureka aboga porque las buenas ideas deben compartirse entre los usuarios mediante estudios de caso.

Mark Nicholson nos informa sobre una empresa cuyos esfuerzos para aumentar la seguridad en el lugar de trabajo le han valido un importante premio.

En 2015, G’s Fresh Beetroot, radicada en Cambridgeshire, Inglaterra, recibía el premio Safe Site en los prestigiosos galardones anuales a la excelencia FLTA. Este honor es concedido por la FLTA (Fork Lift Truck Association, asociación de carretillas elevadoras) en reconocimiento a los equipos que han analizado cuidadosamente sus lugares de trabajo, estudiado la forma en que se usan allí las carretillas, identificado las debilidades, tomado medidas correctoras y mostrado mejoras en el historial de seguridad como resultado.

Para G’s, el viaje hacia la mejora de la seguridad comenzó, como debería hacerlo cualquier viaje así, con una exhaustiva evaluación de riesgos. El gerente de distribución y almacenaje Wayne Marshall, cuya función en aquel momento incluía la de jefe de almacén, afirma: «Nuestro objetivo era proteger al personal de a pie y a los operarios de las carretillas elevadoras mediante la puesta en marcha de nuevas medidas de control y la promoción de una cultura de manejo seguro de las carretillas en el lugar de trabajo».

Prosigue: «Evitar las colisiones entre carretillas y peatones era de particular importancia, pero la disposición y el tamaño de nuestras operaciones implicaban que no siempre era viable instalar barreras físicas sólidas para su separación. En algunos casos, ello simplemente habría llevado a reducir el área de trabajo, lo que podría haber dado lugar a otros riesgos para la seguridad. Lo que hicimos, por tanto, fue explorar el mercado de soluciones de seguridad y hablar con proveedores y otros profesionales para encontrar alternativas. A medida que nuestro viaje avanzaba, realizamos más evaluaciones de riesgos y acabamos con toda una serie de soluciones que se aúnan de forma eficaz para abordar la seguridad de los peatones y mucho más».

Separar los peatones de las carretillas

La primera medida para advertir a los peatones de la proximidad de carretillas elevadoras fue un sistema de luces instalado en cada una de ellas, que proyecta sobre el suelo un visible punto de color azul a varios metros de distancia en la dirección de desplazamiento. Las balizas intermitentes también se usan para alertar a los trabajadores de la presencia de carretillas en una zona. En pasillos, esquinas y ángulos muertos utilizados tanto por peatones como por vehículos se han instalado sistemas de semáforos de mutuo empleo. El operario de una carretilla puede poner el semáforo en rojo para mantener alejados a los peatones hasta que el área sea segura, y del mismo modo un peatón que necesite acceder al área para trabajar puede poner el semáforo en rojo para que no pasen las carretillas.

En aquellos casos en los que se necesitaron barreras peatonales, la empresa eligió productos A-Safe. Se aumentó el número de espejos de las instalaciones para ayudar a operarios y peatones a ver más allá de esquinas y obstrucciones. Al mismo tiempo, se añadió señalización adicional para advertir sobre zonas peligrosas y para recalcar las instrucciones de seguridad.

En ocasiones, la respuesta a un problema de seguridad reside en una práctica muy sencilla y no en compleja tecnología. Cuando los trabajadores de a pie necesitan acceder a un pasillo de la nave para inspeccionar productos, ahora sitúan una señal móvil al final de las estanterías para informar a los operarios de las carretillas de que no deben pasar. Si el operario requiere acceder urgentemente, puede apearse y caminar hasta los peatones para pedirles que se coloquen en un lugar seguro hasta que pase la carretilla.

Formación, comportamiento y comunicación

La formación es siempre esencial para la seguridad en el lugar de trabajo, y por eso G’s decidió invertir en mandar a su jefe de almacén a un curso homologado de dos semanas a que obtuviera una cualificación como instructor. Ello ha aumentado el grado de supervisión del lugar y le permite poner a prueba y formar a su equipo de doce empleados. Ahora es capaz de enfrentarse a cualquier actividad insegura y volver a formar a los operarios inmediatamente, cuando sea necesario, para que trabajen siempre conforme a los más estrictos estándares.

G’s insiste en que los conductores de los vehículos que visitan las instalaciones también deben adherirse a sus normas de seguridad. A su llegada, el conductor se registra utilizando un sistema de pantalla táctil que transmite información a una tableta situada en la carretilla elevadora correspondiente. El operario de la carretilla queda así informado del tipo de mercancía recibida y de si es peligrosa, pudiendo entonces adoptar las medidas necesarias, incluida la supervisión de la entrada del vehículo. El programa para registrarse, en cuatro de los principales idiomas, ha sido desarrollado específicamente para G’s e incluye las reglas de las instalaciones, que el conductor debe aceptar antes de entrar.

La empresa ha adoptado un programa de seguridad conductual por el que se insta a los operarios de las carretillas elevadoras a mantener con sus compañeros «conversaciones sobre seguridad» y documentarlas. Tales conversaciones pueden surgir, por ejemplo, a raíz de observar una situación insegura, o una práctica especialmente recomendada. Los operarios que puntúan el mayor número de conversaciones y toman las mejores medidas correctoras reciben un reconocimiento en unos premios trimestrales.

«Para respaldar todas estas acciones hemos introducido un sistema de gestión de la seguridad y la salud vía web», dice Wayne Marshall. «Ahora es posible registrar los detalles de incidentes con carretillas elevadoras de forma rápida, fácil y eficiente a través de teléfonos inteligentes y tabletas, lo que nos aporta una información vital en la que basar cualquier mejora adicional. También existe un nuevo sistema para la inspección de las carretillas antes de su uso, por el cual los operarios comunican los problemas simplemente entregando un documento a la oficina, de modo que el técnico de reparaciones pueda ser informado con rapidez».

Concluye: «Junto a la formación y los programas de seguridad conductuales, estas medidas han desempeñado una importante función en el cambio de nuestra cultura y en la generación de una actitud positiva hacia las operaciones seguras».