Salud y seguridad

Situaciones explosivas para carretillas

Por Ruari McCallion

Abril 2015

Preparing forklift trucks for operation in hazardous environments

SENSIBILIDAD EXTREMA

Preparar carretillas elevadoras para operaciones en entornos extremos y peligrosos es un trabajo de profesionales.Ruari McCallion ha recibido consejos de Pyroban sobre las leyes y las modificaciones apropiadas.

Cat Lift Trucks puede decir con seguridad que sus carretillas sirven para la mayoría de las circunstancias habituales en operaciones de manipulación de mercancías, pero hay situaciones donde es necesario un trato especial.

Los productos químicos y los explosivos son obviamente peligrosos, como también lo son los gases industriales, por ejemplo, pero incluso mercancías más comunes como alimentos o bebidas pueden ser peligrosas. En las condiciones correctas —mejor dicho, incorrectas—, incluso la levadura en polvo y la harina pueden ser explosivas. Si sus clientes operan en entornos peligrosos o difíciles, pueden necesitar su ayuda y consejos.

“Hay una amplia variedad de legislación dentro de la Unión Europea que se refiere a los materiales y entornos peligrosos, así como a las medidas que son necesarias para gestionarlos y hacerlos seguros”, nos cuenta Matthew Shirkie, gerente comercial industrial para Europa, Oriente Medio y África en Pyroban. Otros países tienen sus propias leyes, y algunos —como China— pueden requerir modificaciones sobre las de Europa.

“La legislación de la Unión Europea se agrupa bajo dos directivas ATEX (Atmósferas Explosivas): ATEX 1999/92/EC, que regula industrias que operan en atmósferas potencialmente explosivas; y ATEX94/9/EC, que regula industrias que proveen de maquinara en áreas peligrosas”.

Las dos directivas se aplican en los estados pertenecientes a la UE mediante su transposición con leyes nacionales; la DSEAR (Regulaciones de sustancias peligrosas y atmósferas explosivas), por ejemplo, es la implementación de la ATEX al derecho del Reino Unido.

Evite las chispas

Algunas de las premisas parecen precauciones básicas de sensatez —por ejemplo, ATEX 1999/92/EC obliga a las compañías a prevenir la formación de atmósferas explosivas en el lugar de trabajo, o (donde eso es imposible), evitar la ignición en atmósferas explosivas. Pero lo que hacen los reglamentos es establecer el marco y desarrollar estándares comunes claros, que se aplicarán por toda la Unión Europea.

Mientras que algunos materiales podrían ser clasificados como potencialmente peligrosos de manipular incluso por profanos e inexpertos, con otros no es tan obvio.

“El peligro con la harina, por ejemplo, es que sus finas partículas pueden resultar explosivas si están suspendidas en el aire en espacios cerrados. Una sencilla chispa de una carretilla elevadora puede iniciar una explosión catastrófica”, nos cuenta Shirkie.

“El primer paso para evitar el desastre y asegurarnos un entorno de trabajo seguro es completar la ‘evaluación de riesgos peligrosos’. Esta cubrirá cualquier posibilidad de atmósfera explosiva y cualquier fuente de ignición. Una revisión sistemática identificará y clasificará en zonas las áreas de la instalación donde hay posibilidad de que existan atmósferas explosivas”.

 

“ El peligro con la harina, por ejemplo, es que sus finas partículas pueden resultar explosivas si están suspendidas en el aire en espacios cerrados. Una sencilla chispa de una carretilla elevadora puede iniciar una explosión catastrófica”

Las zonas mismas identificarán el estándar de equipamiento certificado que debería utilizarse en ellas. Hay: Zona 1 (alto riesgo de gas/vapor); Zona 2 (riesgo medio de gas/vapor); Zona 21 (alto riesgo de polvo); y Zona 22 (riesgo medio de polvo). Véase el categorías de cumplimiento.

Las “fuentes de ignición efectivas” —léase las cosas que pueden iniciar explosiones— varían desde las llamas, a los rayos o la radiación y —importante en el contexto de las carretillas elevadoras— las chispas generadas mecánicamente por fricción así como las chispas eléctricas entre otras.

“Las áreas peligrosas tienen que identificarse y señalizarse claramente, según su clasificación, y el equipamiento a prueba de explosión que cumple la normativa ATEX 94/9/EC, como carretillas elevadoras, motores diésel, plataformas de acceso, barredoras y grúas deben ser bien escogidas o convertidas de tal forma que sean adecuadas para el uso en dichas áreas”, nos explica Shirkie. “La clasificación de este equipamiento está directamente unida al riesgo en las zonas en las que se usará”. Véase el categorías de cumplimiento.

Entrene y modifique

Operaciones seguras requieren conductores de carretilla entrenados adecuadamente para los peligros, pero el equipamiento que utilicen también debe ser el adecuado para el propósito. Hacer que el equipamiento se adecue es la actividad de conversión en la que se especializa el Grupo Pyroban. Tiene instalaciones en el Reino Unido, Holanda, China y Singapur que convierten carretillas elevadoras y otros equipamientos para la manipulación de mercancías para asegurarse de que cumplen con la ATEX.

“No deben tener ninguna fuente de ignición. El equipamiento estándar tiene interruptores, superficies calientes e incluso electricidad estática proveniente del asiento —continúa Shirkie—, Pyroban empieza por el chasis desnudo y evalúa cada elemento de la máquina, incluidos los protectores de los frenos, los neumáticos, los sistemas eléctrico y de iluminación, el mecanismo limpiaparabrisas y las temperaturas del motor. Se reconstruyen y se certifican como libres de causar explosiones. Pyroban intenta conseguir la certificación con la mínima modificación”.

En las áreas Zona 1 pueden utilizarse carretillas elevadoras eléctricas de categoría 2G con su equipamiento original de motores DC, que están completamente sellados a prueba de explosión. Las carretillas de categoría 3G, que operan en áreas Zona 2, están equipadas habitualmente con carcasas en los motores DC que previenen que penetre gas durante un minuto. El sistema Pyroban también detecta gas y clausura la carretilla si es necesario. Los motores AC no producen chispas en situaciones normales y utilizan una tecnología diferente a la del sellado a los 60 segundos.

Funcionamiento refrigerado

“Las carretillas diésel se modifican para que la temperatura del motor en funcionamiento esté por debajo de los requisitos de su nivel —dice Shirkie—. Una funda refrigerada con agua enfría los gases del escape, y se instalan sondas de temperatura para monitorizar el motor, los gases de la combustión y la temperatura del colector”.

Las modificaciones de Pyroban también incluyen amortiguadores de chispas y válvulas de cierre para inhibir la inhalación de gases, que pueden causar una aceleración excesiva que podría generar combustión con llama.

“Una vez una carretilla ha sido modificada para cumplir con los necesariamente altos estándares de seguridad, el mantenimiento adecuado es esencial para asegurar que permanece así —enfatiza Shirkie—. Se desaconseja que el mantenimiento lo hagan ingenieros no entrenados pues los procedimientos que no se cumplen estrictamente pueden comprometer en cuestión de segundos la protección contra explosiones”.

Operaciones seguras requieren conductores de carretilla entrenados adecuadamente para los peligros, pero el equipamiento que utilicen también debe ser el adecuado para el propósito.

Atmósferas potencialmente explosivas no son los únicos retos con los que los operarios de carretillas elevadoras deben tratar. El calor y el polvo fino de las fundiciones de aluminio pueden atascar los filtros y acelerar el desgaste de los componentes del equipo. Se ha sabido que el calor puede derretir las luces de emergencia; el concesionario de Cat Lift Trucks en Oriente Medio, Al Bahar, instaló un faro de LED con una lente de diferente material.

Y los campos electromagnéticos alrededor de la fundición de aluminio son suficientemente potentes para borrar tarjetas de crédito e interferir con equipamiento eléctrico; como resultados, en estas operaciones se utilizan carretillas diésel, incluso en interiores, en vez de carretillas a batería. Las carretillas diésel además es más difícil que enciendan cualquier polvo fino de bauxita que pudiera estar suspendido en el aire.

Modificaciones para asegurarse de que los filtros de aire no se atascan y de que el polvo no llega al sistema de lubricación son también parte del servicio habitual. Incluso los neumáticos son especiales: son neumáticos sólidos, que tienen la misma capacidad de absorber golpes que los neumáticos habituales pero sin el riesgo de pinchazos.

En el otro extremo, Cat Lift Trucks ha sido mecenas de un proyecto de la Universidad de Utrecht que envió un vehículos solar a la Antártida. Cualquiera que sea el reto, en toda la gama de situaciones y temperaturas, Cat Lift Trucks tiene la experiencia necesaria para llevarlo a cabo.

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