Salud y seguridad

Cómo mantener la seguridad

Más vale prevenir que curar: un sistema de puntos de penalización está cambiando la actitud de los operadores de carretillas ante las normas de seguridad.

Gay Sutton investiga cómo se puede gestionar la seguridad de forma verdaderamente eficaz.

A medianoche, en el noreste de Londres, abre sus puertas el mercado de abastos con más caché del Reino Unido. Unas 300 carretillas trasladan palets de fruta, verdura y fl ores de un lado a otro del mercado hasta bien pasado el medio día, cuando los clientes se van y la actividad comercial finaliza hasta el día siguiente.

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Las señales de alta visibilidad hacen que sea imposible pasar por alto posibles peligros como senderos y pasos de peatones.

The market’s health and safety team’s challenge is twofold: the general public and forklift trucks are doing business in the same area; and the trucks are not the property of the market, they belong to the stallholders.

A rigorous safety regime operates across the market. There are designated footpaths, a strict 5 mph speed limit for forklifts in the hall and 10 mph outside, and drivers are allowed to drive on site only once they have produced a valid driving licence and current forklift training certificate and been issued with a site driving permit. They are required to wear high visibility jackets and the owners or operators are expected to provide evidence of a good maintenance record. These regulations are monitored and enforced by a team of 16 market constables and are updated as a result of continuous monitoring and risk assessment.

“We currently operate a system where if a driver has three strikes, they are suspended until they requalify,” explained a market spokesperson. “But as they can requalify during the warning period the penalty has little deterrent value. So we will be introducing a points-based system early next year. Both the forklift driver and owner will accrue points lasting from one to three years depending on the severity of the offence. Drivers exceeding the limit will be suspended for one month and must requalify before they can drive on the market again. The forklift will also be taken out of service for a week. This is a real deterrent, and puts the onus on the driver and the forklift owner.”

El reto para el equipo de salud y seguridad del mercado es doble: el público y las carretillas desarrollan sus actividades en la misma zona; y las carretillas no son propiedad del mercado, sino de cada mercader.

El reto para el equipo de salud y seguridad del mercado es doble: el público y las carretillas desarrollan sus actividades en la misma zona; y las carretillas no son propiedad del mercado, sino de cada mercader.

El mercado tiene implantado un riguroso régimen de seguridad. Hay pasillos designados para peatones, un estricto límite de velocidad de 8 km/h en el interior y 17 km/h en el exterior, y los operadores sólo pueden conducir aquí tras obtener el permiso de conducción específico del mercado, previa presentación de un carné de conducir en regla y un certifi cado vigente de formación para operadores de carretillas. Están obligados a llevar chaquetas de alta visibilidad, y se espera que los propietarios u operarios puedan demostrar de forma documentada el buen mantenimiento de las carretillas. Un equipo de 16 agentes del mercado controla y hace respetar estas normas, que se actualizan como resultado de la supervisión y evaluación de riesgos continua.

«En la actualidad tenemos un sistema por el que si un operador comete tres faltas, es suspendido hasta que vuelva a obtener nuestro permiso de conducir», según explica un portavoz del mercado. «Pero como pueden volver a obtener el permiso durante el período de aviso, esta penalización tiene poco poder disuasorio. Así que a principios de año vamos a introducir un sistema de puntos. Tanto el operador como el propietario de la carretilla acumularán puntos, que tendrán una vigencia de entre 1 y 3 años, según la gravedad de la infracción. Los operadores que excedan el límite serán suspendidos durante un mes y deberán volver a obtener el permiso antes de poder volver a conducir en el mercado. La carretilla será inmovilizada también durante una semana. Esto resulta muy disuasorio, y hace que la responsabilidad recaiga tanto sobre el operador como el propietario de la carretilla»

Tanto el operador como el propietario de la carretilla acumularán puntos, que tendrán una vigencia de entre 1 y 3 años, según la gravedad de la infracción. Los operadores que excedan el límite serán suspendidos durante un mes y deberán volver a obtener el permiso antes de poder volver a conducir en el mercado.

Ocuparse de garantizar un lugar de trabajo seguro no es sólo deseable, sino que, por lo general, es un requisito legal. Aunque cada país europeo tiene su propia legislación, los principios de seguridad de las carretillas son similares a grandes rasgos en las distintas naciones, según la Asociación Británica de Carretillas Industriales (BITA), y se basan en análisis de riesgos detallados. Los decretos italianos hacen hincapié en la educación, y los “operadores de carretillas deben hacer cualquier tipo de cursos de formación que reduzca aún más los riesgos”.

En Francia, los operadores de carretillas están obligados a realizar cursos de formación teórica y práctica, además de someterse a un chequeo médico para que su empresa pueda expedirles un permiso de cinco años.

Como complemento a las normas, los gobiernos cuentan con instituciones especiales cuya misión es comprobar que se respeten dichas normas. En los Países Bajos, el Ministerio de Asuntos Sociales y Empleo utiliza inspecciones de trabajo para supervisar los resultados. Pueden hacerse inspecciones de empresas tanto con previo aviso como sin avisar. A pesar de esto, el número de incidentes con carretillas no ha descendido en los últimos diez años. Además de respetar las normas, sigue siendo responsabilidad fundamental de la empresa reforzar sus propias medidas.

Gestión de la seguridad

En lo tocante a la seguridad de los entornos donde se utilizan carretillas, existen dos cadenas de responsabilidad distintas. «Básicamente, la empresa es responsable de garantizar que el lugar de trabajo esté diseñado y gestionado eficazmente para logar la seguridad con las carretillas, de proporcionar la carretilla correcta para cada tarea, y de la implantación de sistemas de mantenimiento y revisión frecuentes de la carretilla», explica Pete Lennon, jefe de la sección de transporte en el trabajo del Health and Safety Executive (HSE), la Inspección de Trabajo británica. Es responsabilidad de la dirección cerciorarse de que el operador reciba la formación y la supervisión adecuadas, y de que conduzca de forma segura.

 

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A medianoche, el mercado de abastos abre sus puertas.

«Por desgracia, la inmensa mayoría de accidentes con carretillas se debe al uso de operarios sin formación o sin permisos», según Ian Whyte, instructor de la RoSPA (sociedad británica para la prevención de accidentes).
La formación de los operadores puede llevarse a cabo de forma interna en la misma empresa o por mediación de un proveedor de formación acreditado, y está creada específi camente para el tipo de caretilla que utilizará el operador. El permiso se concederá tan solo una vez se hayan superado los exámenes teórico y práctico. Pero los operadores pueden confi arse demasiado, lo que hace subir la cifra de accidentes. La supervisión resulta imprescindible, y se organizan cursos de actualización para evitar o corregir el empeoramiento del nivel de conducción, y mantener al día los conocimientos y las destrezas.

«Es cuestión de controlar lo que hacen los operadores mediante una supervisión adecuada en todo momento», añade Whyte. «Si no conducen de forma segura, habrá que retirarles el permiso».

«Básicamente, la empresa es responsable de garantizar que el lugar de trabajo esté diseñado y gestionado eficazmente para logr la seguridad con las carretillas, de proporcionar la carretilla correcta para cada tarea, y de la implantación de sistemas de mantenimiento y revisión frecuentes de la carretilla»

Siempre existirán peligros cuando los peatones y las carretillas compartan una misma zona de trabajo, por lo que deberán estar separados siempre que sea posible. Las exigencias del mundo real hacen que la aplicación de las normas no resulte tan fácil. Los trabajadores, incluidos los administradores, deberían recibir formación sobre los peligros que presentan las carretillas y las formas de mantenerse a salvo. En la mayoría de buenas empresas, esto se complementa con señales de alta visibilidad, lo que hace imposible hacer caso omiso de los pasillos para peatones y los cruces peligrosos.

La dirección también es responsable de evaluar y supervisar el estado y la distribución de la planta. Los riesgos pueden reducirse significativamente con medidas sencillas, como marcar los bordes de los muelles de carga y los fosos, mantener libres de obstáculos las zonas de operaciones, implantar sistemas de sentido único, eliminar las curvas cerradas, y colocar protectores contra impactos en la parte inferior de estantes, pilares y maquinaria.

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En el mercado, el público y las carretillas desarrollan sus actividades en la misma zona.

Las herramientas adecuadas para cada tarea
Elegir la carretilla correcta para cada tarea es de importancia crítica, y los concesionarios pueden ayudar en la toma de decisiones.
«La única manera correcta de determinar cuál es la carretilla adecuada para un trabajo es llevar a cabo un estudio exhaustivo de la aplicación»,
explica Paul Fox de Impact Handling, concesionario británico de carretillas elevadoras Cat®. «Esto incluye mirar los productos que van a transportarse y su formato: palets, jaulas, plataformas o productos alimenticios sueltos. Evaluamos el entorno en el que trabajará la carretilla y al que se trasladará el producto: si estará en el interior o el exterior, si se va a colocar en estantes y a qué altura, etc.».

Una vez seleccionada la carretilla idónea para esa tarea, Fox recomienda que los operadores hagan un curso de actualización para poner al día sus destrezas y familiarizarse con los nuevos vehículos, incluso si se trata de sustituir una carretilla vieja por una nueva del mismo tipo. Las carretillas elevadoras se suelen entregar con datos sobre los niveles seguros de peso y altura de elevación. En la práctica, el máximo peso de elevación se ve afectado por una combinación de factores, entre los que puede figurar la inclinación y el estado de la superficie del suelo (sobre todo en zonas en obras), el accesorio de elevación utilizado y la naturaleza de la carga. La Inspección de Trabajo británica cree que la carga segura de elevación puede determinarse mediante un análisis genérico de riesgos, con la salvedad de las cargas inusuales con las que nos encontraremos a menudo.

«El operador de la carretilla utilizará su experiencia y sus destrezas para decidir la mejor manera de manipular esa carga concreta»

«El operador de la carretilla utilizará su experiencia y sus destrezas para decidir la mejor manera de manipular esa carga concreta», explica Lennon. La responsabilidad a nivel práctico la tiene el conductor. El manejo de la carretilla no se reduce a subirse, encenderla, ponerse en marcha y mover la mercancía. Debe utilizar continuamente sus conocimientos y experiencia para evaluar el peso y el centro de gravedad de las cargas, por ejemplo, y decidir cómo moverlas de forma segura, siempre dentro de la capacidad de elevación de la carretilla y el entorno operativo. «Además, el operador debe estar seguro de que el vehículo haya sido sometido a un mantenimiento adecuado, y deberá llevar a cabo una comprobación de la cabina para cerciorarse de que todo esté en buen estado y funcione correctamente, antes de utilizar la carretilla».

Un régimen de mantenimiento preventivo efi caz, recomendado por el fabricante, mantendrá el vehículo en buen estado y totalmente operacional. Como medida complementaria, deberán realizarse revisiones semanales de mantenimiento para detectar cualquier problema antes de que pueda ocasionar algún peligro. La ley exige que las carretillas elevadoras sean sometidas a una inspección rigurosa cada 12 meses. Esta prueba debe llevarla a cabo un experto independiente, es equivalente a la inspección técnica de vehículos (ITV), y viene acompañada de un informe detallado. «En Francia, las carretillas deben ser revisadas por técnicos capacitados cada seis meses, mediante pruebas estáticas y dinámicas y comprobaciones de seguridad de los componentes», según explica Nicolas Perez, de Aprolis, Francia. Si se produjera un accidente, este informe de auditoría es uno de los primeros documentos que debe consultar un inspector. En el mercado de Londres, un refuerzo continuo de las normas se considera la base de la mejoría de los niveles de seguridad.

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Se necesitan alrededor de 300 carretillas para distribuir palets de fruta

«Hemos adoptado un enfoque conjunto, negociado entre el equipo de salud y seguridad, y la asociación de inquilinos del mercado», dice este empleado. «Queremos que la gente respete la salud y la seguridad, y que no se considere algo punitivo sin motivo aparente. Nuestro trabajo es garantizar que puedan trabajar en un entorno seguro, para que ellos puedan proteger a sus empresas, y nosotros, a los usuarios del mercado».

Este entorno de trabajo seguro supervisa, aplica y actualiza constantemente sus prácticas seguras. Incorporarlas como parte de unos procedimientos de seguridad rutinarios y sensatos permite superar los viejos hábitos y la resistencia al cambio.

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