Habilidades y formación

Encontrar a la persona idónea

El conductor de una carretilla elevadora tiene mucha responsabilidad, así que realizar bien el proceso de selección de nuestro empleado nos evitará muchos problemas y aumentará la productividad.

Gay Sutton nos cuenta cómo asegurarnos de que el proceso de selección es efectivo.

Asda, una de las mayores cadenas de supermercados del Reino Unido y parte del poderoso imperio Wal-Mart, tiene 386 tiendas y 25 centros de distribución por todo el Reino Unido, y de sus 175 000 empleados en todo el país, 350 son conductores de carretillas elevadoras.
Con la persona adecuada, una formación de calidad puede obrar maravillas.
Durante más de 50 años la compañía ha perfeccionado sus procesos de selección de personal, y para un sector en el que gran parte del trabajo es de cara al público, es lógico seleccionar empleados que sepan trabajar en equipo y que tengan habilidades para el trato con el cliente. Sin embargo, es interesante saber que la compañía también ha desarrollado un proceso de selección basado en la personalidad para sus conductores de carretillas elevadoras.

“Nuestro proceso de contratación es muy riguroso y principalmente buscamos una buena actitud”, dijo el representante de Asda. “Durante los procesos de entrevista averiguamos qué tipo de persona son, qué les mueve, sus aptitudes y talentos, y si tienen la cultura de equipo que buscamos. Un candidato puede tener 20 años de experiencia conduciendo carretillas elevadoras y eso es fantástico, pero es algo en lo que nosotros podemos entrenarlo. Lo que realmente buscamos es una gran aptitud: desear trabajar dentro de un equipo y dar lo mejor de sí mismo cada día en el trabajo”.

Para Asda, como para cualquier compañía que utiliza carretillas elevadoras, el conductor tiene un puesto de responsabilidad y de poder. No sólo se le pide que manipule y transporte la base del negocio —productos e inventario— de una manera rápida, eficaz y segura, también es responsable de una herramienta cara que puede llegar a perjudicar seriamente uno de los pilares principales de la compañía: sus empleados y sus propiedades. Una buena estrategia de selección de los conductores es, por tanto, esencial en el desarrollo del negocio.

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For the right person, good quality training will work wonders.

“No hay lugar para bromas cuando hablamos del manejo de las carretillas elevadoras”, dijo David Ellison, director ejecutivo de la FLTA. “En las manos equivocadas, la carretilla se convierte en un arma letal. De tal forma que necesitas confiar plenamente en que tu conductor actuará del modo en que ha sido enseñado, siempre”.

Un buen conductor, según el distribuidor francés de carretillas Cat® Aprolis, trabaja rápidamente, con tranquilidad y con precisión, y está motivado. Muchos expertos, por lo tanto, están de acuerdo en que el rasgo de personalidad más importante que debe tener un conductor de carretillas elevadoras es la apreciación de lo peligrosa que puede llegar a ser una carretilla, y la firmeza y resistencia para actuar en consecuencia. La madurez juega un papel importante en esto. “Personalidades maduras serán menos agresivas a la hora de hacer las cosas y serán más conscientes de las consecuencias de sus acciones”, explicó Simon Docherty, jefe de desarrollo técnico y envío de standards en RTITB.

“No hay lugar para bromas cuando hablamos del manejo de las carretillas elevadoras,”

La habilidad para concentrarse durante largos periodos de tiempo también es crucial, especialmente cuando los turnos pueden llegar a durar de ocho a diez horas y las tareas son repetitivas. “Es un hecho probado que al final de una larga jornada laboral la concentración se resiente. Y por eso, la conciencia es un factor determinante. Los conductores conscientes se mantendrán alerta ante los riesgos de seguridad de sus acciones y automáticamente ralentizarán su ritmo de trabajo hacia el final del día”, continua Docherty.

La ausencia de este rasgo de personalidad será fácilmente reconocible durante el periodo de entrenamiento o en los primeros meses de trabajo, aunque para entonces pueda ser demasiado tarde. La carencia de estas cualidades debe ser descartada antes de hacer una oferta de trabajo. Hay muchas herramientas al alcance de los profesionales de la selección de personal para formarse un juicio de la personalidad del aspirante, y es necesario que no se limiten a los procesos de selección en las grandes empresas. “Las compañías pequeñas, que no tienen departamento de recursos humanos, quizás deban considerar externalizar esta tarea, pues puede resultar muy importante”, dijo Ellison.

Los análisis de personalidad que utilizan tests psicométricos es una de las opciones obvias y precisas, según el psicólogo ocupacional doctor Mark Parkinson de la British Psychosocial Society, es la mejor predicción del rendimiento laboral. Sin embargo, el doctor Parkinson también señala que un conductor de carretilla elevadora puede necesitar cierto grado de lo que él denomina “neuroticismo”: el deseo de asegurarse de que las tareas se hacen, y se hacen bien. “No quieres a un empleado tan tranquilo que no le importe si las tareas se finalizan”, dijo. “Pero hay otra tarea muy útil llamada test de valoración de la situación, por la cual a los candidatos se les plantea con una serie de situaciones de la vida real y se les pide que señalen la reacción que probablemente tendrían de entre una serie de opciones”.

“Es un hecho probado que al final de una larga jornada laboral la concentración se resiente.”

A nivel práctico, un buen conductor de carretillas elevadoras debe poseer una buena orientación espacial, esencial para maniobrar en espacios con divisiones de almacenaje pequeñas, para colocar las cargas con precisión y exactitud, acercándose a los vehículos y circulando a la velocidad adecuada y evaluando los movimientos de los peatones y los vehículos en el área de trabajo.

También ayudará un sencillo examen de profundidad de visión que puede realizar un óptico como parte de un muy recomendable chequeo de salud general, vista y oído. Otra herramienta importante es la valoración de la capacidad de formación del candidato. Realizado bajo la supervisión de un instructor cualificado o de un especialista, requiere supervisar cómo el candidato realiza una maniobra simple, conduciendo alrededor de un obstáculo con una carga simulada y colocándola en un lugar predeterminado. “El experto se dará cuenta rápidamente de si el candidato tiene habilidad motriz: si ejerce la presión en el acelerador suavemente o de forma brusca, o si mantiene la velocidad y el ángulo de aproximación adecuado”, dijo Docherty. “No buscamos la perfección, porque los candidatos no son personas completamente entrenadas. Lo que se busca es saber si tienen las habilidades y el discernimiento básico para formarse como conductor de carretillas elevadoras”.

Para Ellison, invertir dinero en entrenar a la persona equivocada es simplemente malgastar. “¿Intentando encajar una pieza cuadrada en un agujero redondo? O, para entendernos mejor: ¿Puedes encajar una pieza fina y plana (las horquillas) en un agujero cuadrado (el pallet) siempre? Si la respuesta es sí, entonces has dado con un buen candidato. Porque con un poco de formación de calidad, si la persona es la adecuada, se pueden obtener excelentes resultados”.

“No buscamos la perfección, porque los candidatos no son personas completamente entrenadas. Lo que se busca es saber si tienen las habilidades y el discernimiento básico para formarse como conductor de carretillas elevadoras”.

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Primavera 2011
Números 13
Gay Sutton
Encontrar a la persona idónea
El conductor de una carretilla elevadora tiene mucha responsabilidad, así que realizar bien el proceso de selección de nuestro empleado nos evitará muchos problemas y aumentará la productividad.

Gay Sutton nos cuenta cómo asegurarnos de que el proceso de selección es efectivo.

Asda, una de las mayores cadenas de supermercados del Reino Unido y parte del poderoso imperio Wal-Mart, tiene 386 tiendas y 25 centros de distribución por todo el Reino Unido, y de sus 175 000 empleados en todo el país, 350 son conductores de carretillas elevadoras.
Con la persona adecuada, una formación de calidad puede obrar maravillas.
Durante más de 50 años la compañía ha perfeccionado sus procesos de selección de personal, y para un sector en el que gran parte del trabajo es de cara al público, es lógico seleccionar empleados que sepan trabajar en equipo y que tengan habilidades para el trato con el cliente. Sin embargo, es interesante saber que la compañía también ha desarrollado un proceso de selección basado en la personalidad para sus conductores de carretillas elevadoras.

“Nuestro proceso de contratación es muy riguroso y principalmente buscamos una buena actitud”, dijo el representante de Asda. “Durante los procesos de entrevista averiguamos qué tipo de persona son, qué les mueve, sus aptitudes y talentos, y si tienen la cultura de equipo que buscamos. Un candidato puede tener 20 años de experiencia conduciendo carretillas elevadoras y eso es fantástico, pero es algo en lo que nosotros podemos entrenarlo. Lo que realmente buscamos es una gran aptitud: desear trabajar dentro de un equipo y dar lo mejor de sí mismo cada día en el trabajo”.

Para Asda, como para cualquier compañía que utiliza carretillas elevadoras, el conductor tiene un puesto de responsabilidad y de poder. No sólo se le pide que manipule y transporte la base del negocio —productos e inventario— de una manera rápida, eficaz y segura, también es responsable de una herramienta cara que puede llegar a perjudicar seriamente uno de los pilares principales de la compañía: sus empleados y sus propiedades. Una buena estrategia de selección de los conductores es, por tanto, esencial en el desarrollo del negocio.
“No hay lugar para bromas cuando hablamos del manejo de las carretillas elevadoras”, dijo David Ellison, director ejecutivo de la FLTA. “En las manos equivocadas, la carretilla se convierte en un arma letal. De tal forma que necesitas confiar plenamente en que tu conductor actuará del modo en que ha sido enseñado, siempre”.

Un buen conductor, según el distribuidor francés de carretillas Cat® Aprolis, trabaja rápidamente, con tranquilidad y con precisión, y está motivado. Muchos expertos, por lo tanto, están de acuerdo en que el rasgo de personalidad más importante que debe tener un conductor de carretillas elevadoras es la apreciación de lo peligrosa que puede llegar a ser una carretilla, y la firmeza y resistencia para actuar en consecuencia. La madurez juega un papel importante en esto. “Personalidades maduras serán menos agresivas a la hora de hacer las cosas y serán más conscientes de las consecuencias de sus acciones”, explicó Simon Docherty, jefe de desarrollo técnico y envío de standards en RTITB.

“No hay lugar para bromas cuando hablamos del manejo de las carretillas elevadoras,”
La habilidad para concentrarse durante largos periodos de tiempo también es crucial, especialmente cuando los turnos pueden llegar a durar de ocho a diez horas y las tareas son repetitivas. “Es un hecho probado que al final de una larga jornada laboral la concentración se resiente. Y por eso, la conciencia es un factor determinante. Los conductores conscientes se mantendrán alerta ante los riesgos de seguridad de sus acciones y automáticamente ralentizarán su ritmo de trabajo hacia el final del día”, continua Docherty.

La ausencia de este rasgo de personalidad será fácilmente reconocible durante el periodo de entrenamiento o en los primeros meses de trabajo, aunque para entonces pueda ser demasiado tarde. La carencia de estas cualidades debe ser descartada antes de hacer una oferta de trabajo. Hay muchas herramientas al alcance de los profesionales de la selección de personal para formarse un juicio de la personalidad del aspirante, y es necesario que no se limiten a los procesos de selección en las grandes empresas. “Las compañías pequeñas, que no tienen departamento de recursos humanos, quizás deban considerar externalizar esta tarea, pues puede resultar muy importante”, dijo Ellison.

Los análisis de personalidad que utilizan tests psicométricos es una de las opciones obvias y precisas, según el psicólogo ocupacional doctor Mark Parkinson de la British Psychosocial Society, es la mejor predicción del rendimiento laboral. Sin embargo, el doctor Parkinson también señala que un conductor de carretilla elevadora puede necesitar cierto grado de lo que él denomina “neuroticismo”: el deseo de asegurarse de que las tareas se hacen, y se hacen bien. “No quieres a un empleado tan tranquilo que no le importe si las tareas se finalizan”, dijo. “Pero hay otra tarea muy útil llamada test de valoración de la situación, por la cual a los candidatos se les plantea con una serie de situaciones de la vida real y se les pide que señalen la reacción que probablemente tendrían de entre una serie de opciones”.

“Es un hecho probado que al final de una larga jornada laboral la concentración se resiente.”
A nivel práctico, un buen conductor de carretillas elevadoras debe poseer una buena orientación espacial, esencial para maniobrar en espacios con divisiones de almacenaje pequeñas, para colocar las cargas con precisión y exactitud, acercándose a los vehículos y circulando a la velocidad adecuada y evaluando los movimientos de los peatones y los vehículos en el área de trabajo.

También ayudará un sencillo examen de profundidad de visión que puede realizar un óptico como parte de un muy recomendable chequeo de salud general, vista y oído. Otra herramienta importante es la valoración de la capacidad de formación del candidato. Realizado bajo la supervisión de un instructor cualificado o de un especialista, requiere supervisar cómo el candidato realiza una maniobra simple, conduciendo alrededor de un obstáculo con una carga simulada y colocándola en un lugar predeterminado. “El experto se dará cuenta rápidamente de si el candidato tiene habilidad motriz: si ejerce la presión en el acelerador suavemente o de forma brusca, o si mantiene la velocidad y el ángulo de aproximación adecuado”, dijo Docherty. “No buscamos la perfección, porque los candidatos no son personas completamente entrenadas. Lo que se busca es saber si tienen las habilidades y el discernimiento básico para formarse como conductor de carretillas elevadoras”.

Para Ellison, invertir dinero en entrenar a la persona equivocada es simplemente malgastar. “¿Intentando encajar una pieza cuadrada en un agujero redondo? O, para entendernos mejor: ¿Puedes encajar una pieza fina y plana (las horquillas) en un agujero cuadrado (el pallet) siempre? Si la respuesta es sí, entonces has dado con un buen candidato. Porque con un poco de formación de calidad, si la persona es la adecuada, se pueden obtener excelentes resultados”.

“No buscamos la perfección, porque los candidatos no son personas completamente entrenadas. Lo que se busca es saber si tienen las habilidades y el discernimiento básico para formarse como conductor de carretillas elevadoras”.
La formación, claro está, juega un rol primordial potenciando las aptitudes naturales que requiere el trabajo. Pete Kerfoot, de Mentor Training, la mayor organización del Reino Unido dedicada a la formación de operadores de carretilla elevadoras, sabe que un operario bien formado puede ofrecer una mejor eficiencia y productividad, pero para el observador ajeno, esta forma de trabajar ligeramente más medida puede parecer contraproducente.
“Es interesante ver cómo cargar el vehículo puede llevar un poco más de tiempo si se hace correctamente —explicó—, pero cuando el trabajo se hace correctamente desde la primera vez, hay mejoras en la eficiencia. Una carga bien colocada además ocupa menos espacio, así que la productividad aumenta. Además, no se dañarán ni la máquina, ni la carga ni el operario; evitando así costes adicionales y pérdidas de tiempo”.

Kerfoot también ha visto ejemplos de operarios con la personalidad inadecuada para manejar carretillas. Y con mayor frecuencia de la que sería deseable, los comportamientos y habilidades que se aprenden durante el periodo de formación se abandonan en el lugar de trabajo. “Ocasionalmente hemos sido invitados a observar rutinas de conducción en lugares donde ha habido problemas persistentes”, dijo. “Cuando entramos en el edificio, los operarios trabajan mal y hacen caso omiso de lo que aprendieron durante el periodo de formación. Pero en cuanto se dan cuenta de que estamos allí, ralentizan la marcha y actúan conforme a los manuales. El único problema es que en cuanto nos marchamos, vuelven a sus prácticas habituales”.

“Una carga bien colocada además ocupa menos espacio, así que la productividad aumenta. Además, no se dañarán ni la máquina, ni la carga ni el operario; evitando así costes adicionales y pérdidas de tiempo”

Parte de la solución, por supuesto, es imponer un régimen de supervisión amplio y refrescar la formación. “No creo haber conocido todavía al operario perfecto”, admitió Docherty. “Pero hacer las contrataciones correctas te ayudará a acercarte a ese ideal”.

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