Carretillas elevadoras para sentirse como pez en el agua

Cómo se enfrentan las carretillas elevadoras a las condiciones hostiles de las pesquerías

No existe otro vehículo en el mundo que esté tan presente en cualquier sector de actividad económica como la carretilla elevadora. Pero no todas las carretillas tienen la suerte de operar en entornos cálidos y acogedores. Hoy exploramos el sector pesquero, donde se dan algunas de las condiciones más hostiles para los equipos de manipulación de materiales. Gian Schiava examina qué pueden hacer los proveedores y los usuarios de carretillas elevadoras para prevenir las averías de sus vehículos y protegerlos de un envejecimiento prematuro.

En toda Europa, el sector pesquero, desde los grandes productores hasta los pequeños proveedores de las lonjas, se enfrenta a un mercado muy complicado. Cada vez son más los reglamentos a cumplir por ejemplo en materia de cuotas, zonas de pesca y máximo de días en alta mar. La presión ejercida por consumidores y gobiernos para evitar la sobrepesca y proteger el planeta es cada vez mayor. «Sostenibilidad» se ha convertido rápidamente en la palabra clave en este contexto. La incertidumbre añadida por eventos recientes como el brexit y el coronavirus no ha hecho sino empeorar las cosas.

A pesar de ello, la demanda global de pescado y marisco en el mundo ha seguido creciendo. Muchos informes, como el del gran banco agrícola holandés Rabobank, predicen un aumento considerable del consumo de pescado en todo el planeta. Existe una demanda especialmente elevada de pescado y marisco de calidad en EE. UU., la UE y China.

Cómo mantener sus carretillas elevadoras a flote

De acuerdo con Einar Løfgren, jefe de negocio de Cat® Lift Trucks EAME, las aplicaciones más exigentes del sector se ubican en las diversas instalaciones de producción, las operaciones de almacenaje y los puertos de entrada de mercancía. En estos lugares, por razones de higiene, el pescado debe manipularse con la máxima velocidad. Los entornos más hostiles se dan en los primeros eslabones de la cadena de suministro.

Al igual que en la mayoría de sectores, muchas de las carretillas de gas licuado y diésel se han sustituido por versiones eléctricas. No obstante, la electrificación no es siempre una opción sencilla. La infraestructura requerida representa un obstáculo muy complicado en muchas ubicaciones, y suministrar la electricidad suficiente para cargar una gran flota de vehículos puede resultar inviable. Einar nos narra el interesante ejemplo del jefe de una lonja que, en ocasiones, ¡tenía que elegir entre cargar una batería o abrir su portátil para comerciar!

Otra diferencia frente a sectores menos exigentes para las carretillas elevadoras es el porcentaje relativamente bajo de vehículos de alquiler disponibles en este sector. Mientras en la mayoría de los mercados los equipos para la manipulación de materiales se suelen adquirir típicamente con contratos de alquiler de tres o cinco años, en el sector pesquero la modalidad más común es la compra directa. Ello se debe, sobre todo, a la dificultad de mantener las carretillas en perfecto estado.

Al tener que enfrentarse a la fatal combinación de sal y agua, no sorprende que los proveedores deban tomar especiales precauciones para garantizar la supervivencia de los vehículos. Cat Lift Trucks ofrece paquetes de modificaciones para sus modelos estándar, pero muchas personalizaciones las hacen los propios concesionarios a nivel estatal o regional.

Los clientes pueden además optar por paquetes de mantenimiento más completos. Por ejemplo, además de someter el vehículo al engrasado rutinario, en cada visita de servicio programada se extraen todas las baterías para realizar una limpieza completa del mismo. Esta limpieza se lleva a cabo por medio de agua corriente sin presión, ya que el uso de mangueras con agua a presión puede ser perjudicial y aumentar los tiempos de inactividad. La limpieza es, por tanto, un elemento mucho más importante en las tareas de mantenimiento de este sector.

La preparación de las carretillas va precedida por una atención especial a las especificaciones exactas para el trabajo. ¿Son los controles fáciles de manejar con guantes? ¿Es esta la mejor carretilla para un uso breve pero frecuente? ¿Necesitamos frenos de disco refrigerados por aceite, conectores sellados, cadenas de mástil especiales, o un paquete con todas esas cosas?

El máximo partido

No importa cuánto esfuerzo se haga, las carretillas elevadoras del sector pesquero raramente tienen una segunda vida. Las condiciones son, sencillamente, demasiado despiadadas. Sin embargo, el modo en que trate la carretilla supondrá una gran diferencia en su vida útil.

Einar explica: «Hemos visto ejemplos en los que, con buena preparación y mantenimiento periódico, la vida económica de una carretilla elevadora en este sector puede prolongarse desde los seis o siete años hasta nueve o incluso diez. No se trata solamente de evitar costes innecesarios: es de sentido común sacarle el máximo partido a su inversión».

Mientras tanto, las fábricas con flujos de salida no dejan de aumentar de tamaño. Este tipo de centralización que estamos observando conduce a cambios en la demanda para los proveedores de carretillas, lo que incluye mayores capacidades. La logística de las pesquerías se está volviendo más global. Por ejemplo, hoy día tenemos contenedores llenos de salmón que viajan desde Noruega a España, donde se cargan sardinas para enviarse de vuelta a Noruega. El pescado, sin duda, se ha convertido en una especie viajera, y sus cadenas de suministro son complejas.

A pesar de todo este transporte de larga distancia, la carretilla elevadora sigue teniendo que mover de un lado para otro contenedores de acero inoxidable repletos de pescado, agua y sal. Un día tras otro.

«Hemos visto ejemplos en los que, con buena preparación y mantenimiento periódico, la vida económica de una carretilla elevadora en este sector puede prolongarse desde los seis o siete años hasta nueve o incluso diez».