Logística

El espectáculo más veloz del mundo

Por Ruari McCallion

Marzo 2019

Los trepidantes retos logísticos de los deportes de motor

Los deportes de motor, ya sean de rally o de pista, a dos o a cuatro ruedas, gozan  de gran popularidad en todo el mundo. La competición más importante, el Campeonato Mundial de Fórmula 1, visita todos los continentes (¡habitados!) del planeta. Planificar y gestionar la logística supone un enorme reto no apto para cardiacos. Ruari McCallion, apasionado de las carreras desde hace tiempo,
echa un vistazo entre bastidores con la ayuda de Rocla Rus.

¿Qué tipo de infraestructura necesita cincuenta, ochenta o incluso más carretillas elevadoras trabajando hasta tres semanas para montarse, y luego se desmonta en menos de 24 horas?

Estamos hablando de la infraestructura actual de un Gran Premio de la Fórmula 1. Encargarse de toda la logística necesaria para preparar este espectáculo cumpliendo los plazos y, muy probablemente, a miles de kilómetros del anterior evento, no es apto para corazones sensibles. Konstantin Titov, director gerente de Rocla Rus, el importador de carretillas Cat® en Rusia, se encuentra en una posición privilegiada para hablarnos de los entresijos del Gran Premio de Rusia desde el punto de vista de uno de los proveedores de carretillas elevadoras.

«El coraje resulta importante, pero es solo una pequeña parte», nos dice. «En la Fórmula 1 no hay margen para el error. ¡Las habilidades técnicas y logísticas son mucho más importantes!».

Años atrás, los equipos participantes llegarían al circuito, descargarían el portacoches el transporte o el tráiler en el caso de montajes de menor tamaño, se irían a tomar un café y comenzarían la carrera. Un par de mecánicos desaliñados, vestidos con monos llenos de grasa, se asegurarían de que todo estuviera en buen estado mientras alguna novia o alguna hermana altruista registraba los tiempos de las vueltas. Los jóvenes y entusiastas pilotos podrían incluso hacer las veces de camioneros, especialmente en los eventos de menos relevancia.

Esta nostálgica imagen puede resultar más o menos exagerada, pero, desde luego, está muy lejos de la realidad actual. Hoy día, el Campeonato Mundial de Fórmula 1 es un negocio multimillonario, con cientos de personas en cada equipo dedicadas a monitorizar hasta el último dato de los sensores instalados en los componentes de cada vehículo. En el circuito, mecánicos de primer nivel impecablemente ataviados con su uniforme se sientan frente a hileras de ordenadores en instalaciones tan pulcras que uno duda en describirlas como garajes o talleres. Se asemejan más a un quirófano.

Para cuando se dé la señal de salida el domingo del Gran Premio, estos circuitos hechos a medida estarán vestidos de gala, con relojes Rolex dispuestos en paneles, publicidad led en movimiento y gigantescos andamios dispuestos en los puntos estratégicos para las cámaras de televisión.

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Las carretillas elevadoras de Cat® se han convertido en un elemento familiar en el circuito del Gran Premio de Rusia.

El espectáculo llega a la ciudad

Traer este espectáculo hasta el circuito, y llevárselo a tiempo para el siguiente evento, que puede celebrarse en apenas una semana, supone un reto logístico del máximo calibre. En cada Gran Premio, DHL, el proveedor logístico global de la gestión de la Formula Uno, “Formula One Management (FOM)”, trabaja con empresas locales para llevar todo a buen puerto. El concesionario de Rocla Rus, KIT LLC, da respaldo a Rosgonki, el organizador del Gran Premio de Rusia, con el alquiler de equipos para la manipulación de materiales en el Autodrom de Sochi, la ciudad donde se celebra el evento.

Las cifras involucradas en el montaje son abrumadoras. Para el montaje se requieren al menos cincuenta carretillas elevadoras, en ocasiones ochenta o más, dependiendo de las necesidades de los equipos y de la programación de la temporada. El Gran Premio de Rusia de 2018 se celebró el 30 de septiembre, dos semanas después del Gran Premio de Singapur, pero solo siete días antes del evento en Japón. Montar todo y volverlo a recoger después impone unos plazos muy exigentes. Los telespectadores más avezados probablemente hayan advertido cómo los expertos en manipulación de materiales comienzan a desmantelar los paneles de cronometraje de Rolex aún durante la ceremonia de presentación.

«En la Fórmula 1 no hay margen para el error. ¡Las capacidades logísticas y de planificación técnica son muy importantes!»

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Carretillas elevadoras al servicio de DHL, el proveedor logístico global de Formula One Management.

La distancia no es un problema

Si hay tiempo suficiente, una parte de la carga irá por mar, ya que no se trata de mover todos los equipos al unísono como un solo paquete. Con tiempos de espera de hasta 45 días, los artículos de menor valor pueden duplicarse o incluso triplicarse. Por supuesto, si los eventos están muy próximos, como es el caso del Gran Premio de Gran Bretaña y el de Alemania, por ejemplo, los camiones pueden transportar los equipos por carretera. No obstante, se fletarán siempre como mínimo dos aeronaves de carga Boeing 747, que transportarán contenedores llenos de material de alta tecnología, los cuales, a pesar de estar diseñado para soportar entornos duros, sigue requiriendo una cuidadosa manipulación. Los propios vehículos de la competición, las transmisiones y los motores irán normalmente en avión.

En el circuito, la flota para la manipulación de materiales con la que contarán los organizadores (Rosgonki, en el caso del Gran Premio de Rusia) estará compuesta de vehículos muy variados: coches de golf, tráileres de plataforma baja, camiones compactos y escúteres, junto con carretillas elevadoras de 3, 5, 7 y 10 toneladas. Cat® estuvo representada por máquinas de tres toneladas. Estas pueden verse alrededor del paddock, a disposición del personal de DHL y de las necesidades de los equipos.

Habrá también grúas remolques y manipuladores telescópicos dispuestos estratégicamente a lo largo de la pista, preparados para asistir a los vehículos si sufren cualquier tipo de colisión o vuelco que les impida regresar a boxes por sus propios medios.

El complejo donde se encuentran los boxes y el paddock combina oficinas y salas de reuniones junto a espacios del máximo lujo, con el típico carácter ostentoso del mundo del espectáculo. Cuenta además con zonas de máxima seguridad que rozan la paranoia, donde se descargan y almacenan los vehículos, los motores, las transmisiones y todos los componentes de alta tecnología que los equipan, protegidos en pabellones fuertemente vigilados que se ubican en la parte posterior de los boxes.

Cargas pesadas

«Las carretillas elevadoras más grandes descargan los contenedores desde los aviones a plataformas bajas de carga », explica Konstantin. «Los grandes contenedores alojan en su interior contenedores más pequeños que transportan las cargas de los equipos individuales».

Incluso un equipo pequeño como Sauber transporta alrededor de 25 toneladas de equipos y piezas de repuesto en cada carrera.

«Las organizaciones de mayor tamaño, como Red Bull y McLaren, pueden llegar a transportar el doble», prosigue. «Cada equipo usará un sinfín de contenedores con diferentes tamaños y pesos. Para transportar todo el material que necesitan los equipos para competir se emplearán hasta cinco aviones de carga».

La competición de la Fórmula 1 es internacional, con escuderías procedentes, oficialmente, de Francia (Renault), Austria (Red Bull), Alemania (Mercedes), Reino Unido (McLaren y Williams), Canadá (Racing Point) y Estados Unidos (Haas F1), a las que se suma la escudería suiza Sauber y, desde Italia, Toro Rosso y la legendaria Ferrari. Reunirlas junto con todo su material a tiempo para el fin de semana de la competición y traerlas luego de vuelta a casa sería poco menos que una pesadilla si estuvieran realmente basadas en esos países. De hecho, las seis primeras están, en la práctica, emplazadas en el Reino Unido, y aunque Haas F1 tiene su sede central en Kannapolis (Carolina del Norte, EE. UU.), también dispone de una avanzadilla en Banbury (Inglaterra).

Puesto que siete de las escuderías están radicadas en Inglaterra, dos en Italia y una en Suiza, DHL ha establecido dos centros de coordinación: uno en Londres y otro en Múnich. Los equipos transportan su mercancía y sus equipos hasta estos centros, y el transporte a partir de ahí pasa a ser responsabilidad del proveedor logístico.

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Incluso las escuderías más pequeñas transportan alrededor de 25 toneladas de equipos y piezas de repuesto.

Luz verde a la bandera a cuadros

La temporada 2019 comienza con el Gran Premio de Australia que se celebra en Adelaida, en la región de Australia Meridional, el 17 de marzo, y concluye con la competición que se celebrará en Abu Dabi el 1 de diciembre. Serán un total de 21 carreras, lo que iguala el máximo número celebrado en una temporada. No resulta difícil imaginar a los jefes de logística de las escuderías, los circuitos participantes y el proveedor logístico, DHL, tomando una buena bocanada de aire antes de reunirse con su personal para planificar el año.

«La intralogística requiere un importante grado de planificación previa», recalca Konstantin.  «Debe funcionar como un gran engranaje perfectamente engrasado. Las obligaciones contractuales con las escuderías son muy estrictas: tanto si la carrera se celebra en su propio suelo (Monza para Ferrari y Toro Rosso, y Silverstone para los equipos con base en Gran Bretaña) como si tiene lugar en las antípodas, tanto si el viaje es en camión por la autopista como si se realiza por mar o en una flota de Boeing 747, no existe margen de error».

Rocla Rus está orgulloso de haber prestado asistencia y servicio a Rosgonki, los organizadores del Gran Premio de Rusia, y a DHL, el socio logístico global de FOM. Todos ellos están ya listos para el pistoletazo de salida que abrirá en Adelaida la temporada 2019.

Rocla Rus

  • Las oficinas centrales de Rocla Rus se encuentran en San Petersburgo (Rusia).
  • Cuenta con 26 concesionarios en la Federación Rusia y en la Comunidad de Estados Independientes.
  • Tiene en nómina a 40 personas.
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