Leales a sus principios

Tallers Domènech, distribuidor oficial de Cat® Lift Trucks celebra 50 años en la industria apoyando a una empresa local en sus esfuerzos por salir de la bancarrota.

Los últimos seis años han sido un campo de minas para las empresas de todo tipo, y el sector del petróleo y el gas ha quedado especialmente malherido. Los tipos de cambio fluctuantes, el descenso de los precios en las materias primas, la escasez de inversiones al desarrollo y los cada vez más mermados pedidos han ido sumando dificultades. Y los problemas no sólo han afectado a aquellos con márgenes pequeños, o a aquellos que sobrevivían.

Esta historia nos muestra cómo incluso los más exitosos y respetados pueden caer. Sin embargo, este cuento tiene un final feliz, y nos muestra cómo la ayuda puede llegar del lugar más inesperado, y materializarse en una relación de confianza y apoyo que desemboca en esperanza para el futuro.

La caída

La compañía que se vio en dificultades es Ros Roca Indox CryoEnergy, que tenía una gama de productos líder en el mercado, y una base de clientes y proveedores sólida. En la superficie, las cosas se veían de color de rosa. Empleaba a 220 personas en sus tres ubicaciones de Cataluña, la compañía mantenía una posición de liderazgo en el mercado del petróleo y el gas, proveyendo tanques criogénicos para el transporte, distribución y almacenamiento de combustibles y gases líquidos. Su nómina de clientes incluía a las compañías energéticas más importantes de España que operaban tanto en el mercado nacional como internacional, incluyendo Gas Natural, Endesa y Repsol. Pese al éxito, CryoEnergy entró en liquidación en 2015.

Sus dificultades tuvieron dos causas principales. Si bien tuvo mucho éxito en España mientras la economía fue bien, la empresa decidió expandirse por Sudamérica, e invirtió grandes cantidades en diversos proyectos. Su experiencia y conocimiento del mercado Sudamericano era, sin embargo, muy limitada. Habiéndose endeudado mucho para esta expansión, el cambio del clima económico se cobró su peaje. Las ventas globales en los mercados energéticos bajaron conforme los precios de las materias primas se desplomaban. Con deudas que se amontonaban, beneficios que adelgazaban y la incerteza generalizada sobre el futuro de sus proyectos internacionales, la compañía fue incapaz de hacer frente a sus deudas y entró en bancarrota.

El renacimiento

Confiados en la calidad de sus productos, cuatro ex empleados de Ros Roca Indox CryoEnergy reunieron cuatro millones de euros para comprar la empresa, una de sus naves de producción y una serie de activos. Entonces, con diez antiguos empleados de CryoEnergy, empezaron a operar bajo el nombre de Indox Energy System SL.

“Empezamos a operar con la nueva empresa el 11 de enero de 2016, gracias al apoyo económico y financiero de un grupo de inversores catalanes, y también con el apoyo del antiguo comité de empresa”, nos cuenta el gerente de compras Lluis Monturiol.

Apoyo en tiempos difíciles

Monturiol resume la situación inicial así: “Como pasa a menudo, los periodos iniciales están siendo duros mientras convencemos a nuestros proveedores y clientes de nuestro ilusionante proyecto”.

A veces, las ofertas de ayuda pueden llegar de los lugares más inesperados. Tallers Domènech, distribuidor de Cat Lift Trucks, nunca había trabajado con Indox ni con CryoEnergy, pero vio un reportaje en la televisión en el que se explicaba que los antiguos trabajadores estaban intentando reflotar la empresa. José María Domènech Gatell, de Tallers Domènech explica lo que sucedió después: “La filosofía de nuestra compañía gira en torno a la creencia de que tenemos una obligación con nuestros clientes, y aunque nunca antes habíamos trabajado con Indox ni con CryoEnergy decidimos ayudarles como nuestro proyecto especial en la celebración de nuestro 50 Aniversario, que es este año”.

“La filosofía de nuestra compañía gira en torno a la creencia de que tenemos una obligación con nuestros clientes."

Tallers Domènech había comprado seis de la flota de diez carretillas elevadoras de CryoEnergy como parte de la liquidación tras la bancarrota, e hizo una oferta a Indox. “Nuestra idea inicial era ofrecerles las seis carretillas en alquiler gratuito. Cuando les visitamos para explicarles nuestra oferta nos dijeron que todavía tenían las cuatro carretillas Cat restantes. Así que decidimos cambiar la oferta, que ahora era reacondicionar las cuatro carretillas y ofrecerles el mantenimiento gratuito”.

“Estamos muy agradecidos de que, al saber de nuestra situación, Tallers Domènech se ofreciera a reparar y mantener nuestras carretillas elevadoras, que heredamos con la compra de activos de la antigua compañía”.

Con la vista en el futuro

Indox todavía es una empresa muy joven. Se ha comprometido a enfocar su producción en aquellos productos por los que eran más conocidos y ha aprendido de los errores de la gestión anterior, con la intención de evitar acumular una deuda estructural excesiva ahora o en el futuro. Se ha comprometido explícitamente a crear empleo para aquellos que lo perdieron. Con la vista en el futuro, si el crecimiento se da como en el plan de negocio, finalmente podrían hacer una contribución significativa al mercado de empleo regional y a la economía nacional.

El reto ahora es reestablecer las relaciones con sus clientes. Muchos de ellos ya están interesados y se han mostrado comprensivos con el plan de negocio, mientras que el 95% de las compañías proveedoras están ofreciendo términos de negocio ventajosos.

Si este apoyo, y sin las generosas ofertas de empresas como Tallers Domènech, esto sencillamente no habría sido posible. Lluis Monturiol, de Indox resume: “Estamos muy agradecidos de que, al saber de nuestra situación, Tallers Domènech se ofreciera a reparar y mantener nuestras carretillas elevadoras, que heredamos con la compra de activos de la antigua compañía”.

Sólo han pasado unos pocos meses desde que Indox empezara a operar de nuevo, pero los nuevos gestores están decididos a triunfar y se muestran confiados en el futuro. “Es demasiado pronto para cantar victoria, pero estamos luchando por ello. Y tenemos fe en nuestros planes”, acaba Monturiol.