Salud y seguridad

Aprendiendo a gestionar

El papel del directivo en un manejo seguro de materiales

Parece obvio que una formación apropiada y a tiempo es esencial para los conductores de carretillas por razones de seguridad. Por su parte, los supervisores y directivos tienen un papel crucial a la hora de mantener dicha seguridad. Gay Sutton habla con Stuart Taylor, director de Mentor Forklift Training, para llegar al fondo de este asunto.

Mentor ha enumerado algunas de las causas más comunes de accidentes e incidentes relacionadas con las carretillas, y ha elaborado una lista de los pasos que pueden seguir los directores y supervisores para evitarlos.

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¿Reconocerían sus gerentes una práctica poco segura?

Causas comunes de accidentes e incidentes

Exceso de Confianza

  • Realizar controles de forma regular
  • Organizar cursos de repaso para los operarios

 

Falta de comprensión por parte del operario

  • Garantizar que se aborden las tres etapas en la formación del operario

Falta de separación 

  • Implementar medidas apropiadas, especialmente separación física
  • Si no es posible, habilitar zonas separadas

Peatones

  • Facilitar a los no operarios una formación de sensibilización sobre la seguridad
  • Vigilar su conducta

Objetivos 

  • Implementar indicadores clave (KPI) razonables
  • Realizar controles de forma regular
  • Asegurarse de que todos los operarios han recibido la formación adecuada

Averías de las máquinas 

  • Realizar el mantenimiento preventivo estipulado.
  • Asegurarse de que se siguen unos procedimientos de control organizados y simples antes del uso de las máquinas
  • Controlar regularmente que dichos procedimientos se llevan a cabo
  • Responder apropiadamente a las averías señaladas

Escasa limpieza

  • Establecer un horario de limpieza
  • Supervisar el ambiente de trabajo con regularidad

Entorno de trabajo 

  • Asegurarse de que los operarios realicen una formación de familiarización
  • Seguir un plan y tener unos métodos de supervisión adecuados.

Procedimientos incorrectos de carga y abastecimiento de combustible

  • Comprobar que los operarios han sido formados en este tema
  • Establecer pautas de trabajo y políticas seguras
  • Comunicarlas a los empleados y monitorizar su conducta

Falta de comprensión por parte del director/supervisor

  • Facilitar a los gerentes una formación especializada
  • Garantizar que cuentan con el conocimiento y las habilidades necesarias
  • Asegurarse de que tienen la capacidad de reconocer y subsanar prácticas inseguras
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El mantenimiento de las baterías presenta serios riesgos y requiere estrictas medidas de precaución.

Examinemos con más detenimiento los principios básicos de lo comentado anteriormente. >>>

Exceso de Confianza

Este es uno de los mayores problemas que suele presentarse en todos los ámbitos de actividad, pero es particularmente peligroso en el caso del manejo de las carretillas, dada la naturaleza repetitiva de la actividad. Una conducta arriesgada que no sea controlada o que no conlleve un problema, puede convertirse en norma fácilmente.

«El exceso de confianza es un rasgo de comportamiento común en todas las personas y entornos», dice Stuart «y una vez lo hayamos entendido y aceptado, podremos trabajar para abordarlo. Y esto requiere un esfuerzo continuo,
y no una única acción».

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Stuart Taylor de Mentor Forklift Training.

Control y buena gestión

Es responsabilidad de los directivos y supervisores que se lleven a cabo los controles adecuados. En el terreno de las carretillas, esto significa:

  • Realizar observaciones efectivas y saber qué se busca
  • Ser capaz de comunicarse con los operarios y responsables directos con eficacia
  • Reconocer prácticas y comportamientos peligrosos
  • Mantener y promover la salud y seguridad en el trabajo

Para hacer esto de una forma efectiva, los jefes y supervisores no necesitan el certificado del operador en sí, sino que tienen que ser capaces de reconocer y distinguir prácticas seguras e inseguras. «Pero uno de los problemas es que no siempre se puede seguir el sentido común necesariamente. Por ejemplo, girar con una carga elevada normalmente no se permitiría, ya que afecta a la estabilidad de la carretilla. Sin embargo, si no sabes cómo funciona una carretilla, creerías que es absolutamente normal».

Hay cursos especializados destinados a los directivos que tratan sobre las reglas y principios básicos, incluyendo la estabilidad, las prácticas seguras e inseguras y las consecuencias de un accidente.

Los jefes deberían comunicarse de forma regular con sus empleados y garantizar el cumplimiento de los métodos y políticas de la empresa, que deben basarse en evaluaciones de riesgo sólidas. «Habla con tus empleados. Las pequeñas cosas son las que realmente marcan la diferencia. Organiza charlas informativas. Habla con ellos antes de que empiecen su turno. Si ha habido un incidente, llévalos aparte y recuérdales lo que es importante. No te olvides, las medidas de seguridad son solo efectivas para aquellos que las cumplen».

Tener la confianza suficiente para supervisar y dirigir empieza por tener los conocimientos adecuados. Pero también es necesario tener el apoyo de los altos cargos de la empresa, que han de saber que se necesita tiempo para saber supervisar, abordar los problemas y comunicarse con el personal. Anima a tus empleados a tener iniciativa en materias de seguridad y salud, y ayúdales a evitar malas praxis.

Formación del operario

Es importante que los supervisores se aseguren de que los operarios completen los tres elementos de su formación. «Los nuevos operarios son los que conllevan mayores riesgos» puntualizó Stuart. «Hay más posibilidades de que se lesionen durante los primeros seis meses de trabajo que durante el resto de su vida laboral».

La formación básica va más allá del funcionamiento en sí e incluye una parte teórica y otra práctica en un ambiente seguro.

Es recomendable que la formación específica del puesto de trabajo y los cursos de familiarización se realicen in situ por un miembro competente de la empresa que posea las aptitudes y el conocimiento necesarios para inculcar una actitud correcta y un entendimiento adecuado. Esta formación se centra en los requisitos específicos para un puesto de trabajo concreto y en cómo saber trabajar de manera segura en el entorno diario. Por ejemplo: los procedimientos y normas específicos del lugar; cómo funcionan sus sistemas de gestión de tráfico; los peligros específicos del lugar, como rampas, obstáculos verticales o rampas niveladoras; e información sobre los tipos de carga, los diferentes pesos y métodos de apilado, etc.

Normalmente los cursos de repaso se suelen recomendar cada tres a cinco años, pero en la práctica, la frecuencia depende del tipo de negocio, operativa y de los operarios.  Por ejemplo, los usuarios ocasionales pueden necesitar un repaso con más frecuencia que otros, ya que no suelen poner en práctica de forma regular lo aprendido en la formación.

Los procedimientos de carga y abastecimiento de combustible son una parte básica de la formación del operario. Los jefes deben asegurarse de que se incluyen en la formación y que luego se llevan a cabo. Esto es fundamental, ya que el mantenimiento de la batería y el abastecimiento de combustible pueden presentar serios riesgos si no se llevan a cabo adecuadamente, y pueden causar disgustos, quemaduras o incluso pueden ocasionar una explosión.

«Alrededor del 60 % de las lesiones causadas en accidentes con carretillas elevadoras no las sufren los conductores, sino el personal de a pie situado alrededor».

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Las inspecciones previas al uso deben ser obligatorias y ha de realizarse un seguimiento de ellas.

Peatones

«Un 60% más o menos de los heridos por carretillas no eran conductores, sino los viandantes que se encontraban cerca», enfatizó Stuart. «Los peatones son el grupo de mayor riesgo, así que cuidado con ellos, al igual que con los operarios; esa es la clave».

En un mundo ideal siempre habría una separación física entre las carretillas y los peatones, pero esto no es siempre posible en el mundo real. Por ello, Stuart sugiere que las empresas evalúen sus lugares de trabajo e involucren a sus empleados en políticas de seguridad que incluyan, por lo menos, un sistema de pasarelas peatonales para los transeúntes.

Con una mínima inversión de dinero y tiempo, puede hacer que los empleados y visitantes sean conscientes de los riesgos que corren, de las políticas y procedimientos de separación. Luego, tendría que asegurarse de que se cumplen las normas.

«Puedes minimizar los riesgos poniendo en práctica las medidas de control correctas.
Y eso no es complicado. Solo hay que aplicarlas y ser consecuente».

Sea prudente con los objetivos

«El peligro con los indicadores clave es que pueden limitarse simplemente a marcar las casillas», puntúa Stuart. «Así que piénsalos detenidamente».

Hay bastantes más incidentes por daños materiales que por lesiones. Esos daños podrían ser a la carretilla, a las estanterías, o incluso a los suministros, y no debes subestimar el coste que conllevaría el tener que interrumpir tu negocio. Todos esos costes pueden ser medibles y afectan directamente al balance final de su empresa.  Así que no basta con contar cuántas veces ha escapado de un accidente. Céntrese en algo más tangible y úselo para introducir mejoras.

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Existen cursos especializados en seguridad para gerentes.

Céntrese en sus máquinas

Es responsabilidad de las empresas garantizar un mantenimiento apropiado de las máquinas, y la mayoría cuentan con un plan de mantenimiento preventivo. Se aconseja realizar de forma regular inspecciones al principio de la jornada o del turno; esto ayudaría a identificar posibles fallos y a prevenir que se repitan incidentes anteriores.

«Realizar inspecciones antes de su uso forma parte de una formación básica y es responsabilidad del operario llevarlas a cabo», señaló Stuart. «Los jefes y supervisores tienen la responsabilidad de asegurar que se realizan y que se registran los datos. Llevar a cabo controles aleatorios de forma regular evitará que los empleados marquen como buenas las casillas del formulario sin ni siquiera mirar la carretilla».

Otra de las razones por las que la formación de directivos es esencial es para entender la gravedad de los fallos (y sus potenciales consecuencias), para garantizar una serie de procedimientos en las carretillas que no sean seguros, retirarlas y repararlas en un tiempo dado.

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Los gerentes deben asegurarse de que los operadores reciban una formación exhaustiva.

Conclusión

Los directivos y supervisores tienen un papel crucial en materia de seguridad. «La mayoría de los organismos fiables relacionados con la seguridad y salud en el trabajo reconocen que casi todos los accidentes podrían haberse evitado si se hubiesen seguido mejores controles y gestión», concluyó Stuart.

Los buenos organismos reconocen el riesgo que conlleva la complacencia y animan a los supervisores y jefes a plantarles cara, apoyándoles y ofreciéndoles las herramientas, conocimientos y seguridad necesarios para que sean capaces de abordar y subsanar prácticas peligrosas.

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