¿Una última milla más limpia, sostenible y rápida?…

Los avances en el ámbito de la logística urbana

En 2019 analizamos los desafíos de la logística urbana, incluidas las entregas en esa crucial última milla donde se genera el mayor número de residuos. Desde entonces, la crisis sanitaria internacional no solo ha supuesto un duro golpe para toda la sociedad, sino que también ha acelerado el crecimiento de los pedidos en línea. Gian Schiava nos cuenta cómo están respondiendo las empresas.

En nuestro artículo anterior exponíamos la perspectiva de un experto como Walther Ploos van Amstel, catedrático de Logística Urbana en la Universidad de Ámsterdam. Además de haber publicado artículos muy interesantes sobre el tema, recientemente participó en la organización de una mesa redonda con varios especialistas más. Juntos abordaron y evaluaron proyectos piloto y pruebas recientes desarrollados en Holanda y Bélgica, con la intención de construir un modelo sostenible de distribución urbana.

Las entregas combinadas, señala, parecen ser una de las soluciones más obvias a implementar cuanto antes. En aquellos centros urbanos con una alta concentración de bares y restaurantes, en lugar de múltiples empresas de reparto, debería existir una sola para atender a todos los establecimientos.

Robert Kreeft, de Somerset Capital Partners, es responsable de desarrollo del Campus para la Innovación de la Logística Urbana (CLIC), situado en las proximidades de Ámsterdam. Consciente de la creciente necesidad de distribución urbana, aboga por el uso de «torres de control logísticas» para coordinar el influjo de mercancías en las ciudades. También cree que debe existir más cooperación en la gestión del flujo de devoluciones.

Al igual que un aeropuerto organiza los vuelos de carga y pasajeros que llegan y parten de sus pistas, un puerto urbano podría tener un papel similar, dentro de la logística de la última milla, organizando la entrega de paquetes y alimentos en los centros urbanos mediante vehículos eléctricos. La coordinación y la planificación son fundamentales.

No cabe duda de que los gobiernos han de desempeñar un papel vital, aunque solo sea prestando ayuda financiera a las pequeñas y medianas empresas para que inviertan en vehículos eléctricos.  Resulta alentador saber que a la mesa redonda asistieron estudiantes de la Escuela Inmobiliaria de Ámsterdam, cuyos graduados serán, el día de mañana, los expertos en logística urbana.

Recogida de basura «a la romana»

Mientras que el ejemplo de DHL es una prueba de los avances realizados en cuanto a tiempos de entrega y eficiencia, existen otros modos en los que la logística debe contribuir a la vida de la ciudad. Nuestro anterior artículo sobre la última milla abordaba una iniciativa paneuropea denominada CITYLAB. Este proyecto se centraba en las entregas en la última milla no solo en términos de eficacia, sino planteándose también la reducción de los residuos urbanos mediante viajes de vuelta con carga y un aumento de los esfuerzos de reciclaje.

En Roma, uno de los siete laboratorios de pruebas, el objetivo era establecer un sistema de reciclaje circular. Poste Italiane, el servicio de correos local, recogería los residuos integrando los flujos directos y de retorno. La gestión de los residuos no es el único desafío complicado al que se enfrenta esta gran urbe, así que el objetivo de la prueba piloto incluía también minimizar la congestión de las calles, reducir las emisiones y mejorar el reciclaje de los residuos urbanos. Su sencilla idea era que Poste Italiane entregaría el correo y los paquetes usando sus vehículos eléctricos y recogería después los residuos reciclables en el viaje de vuelta.

El proyecto demostró ser técnicamente viable y sostenible, y cada viaje de ida y vuelta evitó las emisiones de un desplazamiento extra con otro vehículo. No obstante, debe tenerse en cuenta que solo se aplicó a pequeña escala. Para su puesta en marcha en toda la ciudad, es necesario superar varios obstáculos más. En particular, se necesita una red formada por muchas ubicaciones desde las que se puedan recoger fácilmente los residuos reciclables. Como aspecto positivo, el proyecto piloto, de carácter temporal, ha dado lugar a la organización permanente TRElab, que intentará desplegar el proyecto a gran escala, como sería deseable.

Tecnología verde

El programa de DHL anteriormente mencionado, GoGreen, pretende reducir todas las emisiones derivadas de la actividad logística de la empresa. Una forma de lograrlo es desarrollar y aprovechar nuevas tecnologías. Entre los mejores ejemplos de esta idea nos encontramos con las máquinas autónomas para la recogida de paquetes, donde los clientes pueden recoger los artículos que han pedido en línea e incluso productos de alimentación a temperatura controlada. Estas máquinas pueden considerarse como almacenes automatizados en miniatura dotados de un único punto de entrada y salida. Emplazadas en las proximidades de supermercados, o en centros comerciales, no requieren de personal. Su principal ventaja es que los clientes pueden recoger sus pedidos las 24 horas del día, 7 días a la semana.

La última milla sigue suponiendo un enorme desafío para los profesionales de la logística. Mientras continúa la carrera por entregar la mercancía de forma más eficiente y sostenible en los espacios urbanos, aún están pendientes de resolver grandes problemas de congestión y contaminación. Por otro lado, los vehículos eléctricos son cada vez más habituales, y están apareciendo combinaciones eficaces de tecnologías nuevas y más sostenibles. El esfuerzo realizado por las empresas logísticas en esta línea nos brinda un gran optimismo en lo que respecta al futuro de la distribución urbana.