Sostenibilidad

Apostar por el verde

Por Ruari McCallion

Abril 2015

Green and sustainable warehouse practices

Apostar por el verde

La logística “verde” y el almacenaje no es sólo cosa de responsabilidad social y de buena imagen: también tiene consecuencias económicas.

Ruari McCallion nos enseña el porqué.

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A partir del 1 de abril de 2018, estará prohibido ofrecer en alquiler edificios que no dispongan de un certificado de rendimiento energético de nivel E, como mínimo.

Hace unos años, un gerente de una fábrica dijo que a los jóvenes les echaba para atrás lo que el describió como las duras condiciones de las instalaciones productivas. Echando un vistazo a su fábrica y encontrando algunas ventanas rotas —algunas selladas con cinta aislante y papel— y un aire general de descuido, uno podía entender la opinión de los jóvenes. Si la fábrica todavía funciona a día de hoy o no lo desconocemos, pero esa actitud está —o debería estar— muerta y enterrada desde hace tiempo. Cuando hablamos de “verde” no sólo nos referimos a un entorno de trabajo más agradable; sino a uno más eficiente y menos proclive a infringir la legislación, tanto la actual como la futura.

El mundo de la empresa ha interiorizado esto; la gran mayoría de inquilinos comerciales han admitido que están listos para pagar extra por una propiedad “sostenible”, lo que incluye almacenes y centros logísticos, según un estudio realizado por la UK Warehouse Association (UKWA, Asociación de almacenes del Reino Unido).

Las cifras son bastante impactantes: el 70% de los negocios dijo que estaría dispuesto a pagar un 5% o más, y más de la mitad de aquellos —el 35% de todos los operadores comerciales del Reino Unido— dijeron que pagarían hasta un 15% más. Y no se trata sólo de pequeñas empresas, las compañías que se han puesto manos a la obra en asuntos de sostenibilidad incluyen grandes cadenas como Wal-Mart, fabricantes de productos de salud y belleza como Procter & Gamble; DHL, la empresa logística; y fabricantes de automóviles como Toyota o Volkswagen.

Adiós a la F y la G

No sorprende que estas grandes organizaciones hayan adoptado esta actitud. En toda la Unión Europea se está exigiendo que los estándares de construcción mejoren, mediante ley, conforme la UE lucha por reducir su consumo eléctrico, los costes de la energía y sus emisiones de carbono. En el Reino Unido, la última gran manifestación de esa tendencia es la progresiva implementación de la Energy Act (le de la energía) de 2011. A partir del 1 de abril de 2018 ningún edificio podrá ser ocupado si no está en posesión del Certificado de cumplimiento energético de al menos nivel E. Abril de 2018 es la fecha límite para la salida del mercado de alquiler de los edificios de niveles F y G. Puede asumirse con confianza que este es otro paso hasta conseguir la verdadera sostenibilidad de los edificios comerciales, conforme el Reino Unido y la Unión Europea en general buscan reducir la emisión total de carbono a la atmósfera hasta el 80% llegado 2050 (dentro de casi 35 años).

Mientras es posible que aquellos que han adoptado las tecnologías sostenibles en los edificios comerciales se hayan beneficiado más de palmadas en la espalda que de auténticos beneficios financieros demostrables, esas cifras ahora se vuelven a su favor en su camino hacia la llamada “agenda verde”. Ambos, propietario e inquilino, tienen que entender la sostenibilidad como una inversión estratégica, no simplemente como algo que quedará muy bien en un párrafo del informe anual de la empresa.

¿Qué factores ayuda a mejorar el desempeño de un edificio?, ¿qué deberían esperar encontrar los inquilinos comerciales? y ¿qué pueden hacer los mismos inquilinos para mejorar el desempeño?

Cuida de ti mismo

Los inquilinos tienen mucha influencia y control sobre el gasto energético de su edificio. Una empresa constructora puede construir el almacén más verde del planeta, pero si los inquilinos dejan las puertas abiertas todo el tiempo su buen trabajo se echa a perder. Más allá de estas cosas básicas, hay algunas características que los inquilinos pueden hacer por sí mismos para reducir su factura energética. Las buenas noticias son que también pueden ser incorporadas en los edificios existentes.

  • Invierta en aparatos de bajo consumo de agua
  • Instale sistemas de recolección de aguas pluviales y utilícelas para los cuartos de baño y la limpieza
  • Aumente el uso de luz natural (con tragaluces incluso) y busque reducir el consumo de luz eléctrica.
  • Aumente el uso de ventilación natural frente al aire acondicionado.
  • Instale paneles solares en el tejado para, al menos, precalentar el suministro de agua caliente para los empleados.
  • Utilice sistemas pasivos de control solar tales como toldos o cristales tintados
  • Instale sistemas pasivos de control de la luz por infrarrojos y delimítelos por zonas, de tal forma que las luces sólo se encienden cuando y donde se necesitan.
  • Utilice calderas eficientemente energéticas.
  • Considere instalar sistemas integrados de calor y energía en instalaciones grandes.

 

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Si su almacén no alcanza ya este nivel, merece la pena averiguar qué ayudas del gobierno existen para hacer las instalaciones necesarias para cumplir con este requisito.

Si estas características todavía no se usan en su almacén vale la pena preguntar en las administraciones pertinentes por la posibilidad de ayudas a al instalación. Las empresas de manipulación de mercancías y de logística que buscan nuevos locales no deberían tener en cuenta instalaciones que no incluyan estas características. Sin embargo, lugares ya alquilados pueden mejorarse y alargar así su vida.

Más nuevo, mejor

Las empresas que están en la búsqueda de nuevos locales —y puede que lo hagan con mayor urgencia conforme se vaya acercando el año 2018— deben dedicar un poco de tiempo a asegurarse de que las nuevas instalaciones serán tan verdes como se puede ser. Empresas como Gazeley Construction se han ido especializando durante más de diez años en la construcción de centros de distribución y almacenaje respetuosos con el medioambiente y los han construido en el Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y España en Europa; y también en Oriente Medio y China. Sus edificios están diseñados para ir más allá de la legislación actual y de la que viene. La recogida de aguas pluviales es un servicio estándar, como lo es la energía solar y los altos grados de aislamiento. El planteamiento de Gazeley, con su patrón ecológico, ha reportado grandes ahorros en clientes como John Lewis Partnership en el Reino Unido del 40% en términos de energía, recortes del 39% en las emisiones de CO2 y reducción del uso de agua del 61%.

Hubo un tiempo en que los planteamientos de Gazeley eran novedosos; ahora cada vez más se están convirtiendo en lo normal. Logística, manipulación de materiales y operadores de almacenaje deberían incorporar la gran mayoría de las siguientes características en su lista a la hora de buscar nuevo local:

  • Iluminación LED, que puede ahorrar hasta el 45% en los costes de energía.
  • La luz solar, que puede entrar en los edificio a través de claraboyas, tubo solares, reflectores, movimientos de tejado o incluso ventanas.
  • Asegúrese de que el equipamiento de oficina está enchufado a regletas que pueden desconectarse para reducir el “gasto fantasma”: la electricidad que utilizan diversos dispositivos, como los cargadores de móvil, que consumen electricidad cuando supuestamente no están en uso.
  • Aproveche la superficie del tejado para montar paneles solares (tanto colectores solares para calentar agua como paneles fotovoltaicos para producir electricidad).
  • Recolecte agua de lluvia para su uso como aguas grises.
  • Pavimente sus carreteras de acceso y aparcamientos con suelos semiporosos para reducir la escrorrentía.
  • Los circuladotes de aire reducen los gastos de calefacción y refrigeración al favorecer temperaturas estables en todo el edificio.
  • “Subcalcule” su factura; instale dispositivos en maquinaria y equipamiento para monitorizar el consumo de electricidad, gas o agua de cada máquina. Con un software disponible en Internet puede analizar los datos e identificar oportunidades de ahorro.
  • Recicle; incluso los almacenes pueden ahorrar dinero reciclando embalajes, palés e incluso materiales de uso continuo.
  • Genere energía usted mismo. Además de la energía solar, explore la conveniencia de turbinas de viento y bombas de calor de aire o suelo.
  • Por último, pero no menos importante, la ubicación. Una instalación logística que a primera vista podría parecer de bajo coste podría estar en un área difícil de acceder o que supusiera largos trayectos de ida y vuelta tanto para los vehículos de entrada de mercancía como para los de salida. Los costes de mantenimiento y funcionamiento de una instalación también deben tenerse en cuenta; pues tendrán su impacto a largo plazo y cuando la ventaja del alquiler bajo ya no sea tal.
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Por último pero para nada menos importante

Ubicación: Una instalación aparentemente de bajo coste logístico o unos almacenes pueden ser áreas en las que es más difícil el acceso o que implica viajes más largos para ambos, vehículos de entrada y de salida. Los costes de operación y de mantenimiento deben tomarse siempre en cuenta – van a tener un impacto mucho después de que la ventaja inmediata del alquiler haya pasado a la historia.

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